Imagen de una depuradora

El tratamiento de aguas residuales a menudo se ve como un proceso necesario pero indeseable, concebido para proteger la salud humana y el medio ambiente de los efectos nocivos de las aguas residuales no tratadas. Sin embargo, un proyecto innovador respaldado por la Unión Europea está demostrando que estas aguas pueden ser mucho más que un problema a resolver. En lugar de ser simplemente un peligro, el proyecto LIFE Renaturwat está demostrando que las aguas residuales pueden convertirse en una fuente de vida, ayudando a los ecosistemas a recuperarse de eventos extremos como sequías e inundaciones, que se están volviendo cada vez más frecuentes debido al cambio climático.

El proyecto utiliza sistemas basados en la naturaleza, específicamente humedales artificiales, para tratar las aguas residuales. Una de las innovaciones clave de este proyecto es el uso de lodos de potabilizadora en humedales artificiales. Los investigadores han descubierto que estos lodos pueden mejorar significativamente el filtrado de las aguas residuales, atrapando contaminantes y nutrientes. Los resultados preliminares del proyecto son alentadores, con reducciones del 80% en el caso del fósforo.

Además de atrapar contaminantes, la aplicación de estos lodos también reduce significativamente la presencia de contaminantes como la bacteria fecal Escherichia coli y contaminantes emergentes como medicamentos y pesticidas. Esto, a su vez, mejora la calidad biológica de las aguas.

Las pruebas del proyecto LIFE Renaturwat se están llevando a cabo en la localidad valenciana de Carrícola y en la urbanización de Puçol «Los Monasterios». En ambos lugares, se han construido lagunas que permiten comparar la calidad del agua saliente de los humedales construidos con lodos deshidratados y la del agua procedente de los tratamientos ya existentes.

Desde el primer día, las lagunas que reciben el agua filtrada con lodos se han convertido en «oasis de vida». Las especies han colonizado rápidamente las lagunas, aumentando la biodiversidad en comparación con otros proyectos. Según Enric Gil, investigador del Instituto de Ingeniería del Agua y Medio Ambiente de la Universidad Politécnica de Valencia, en apenas uno, dos o tres meses, han encontrado más biodiversidad.

La biodiversidad se traduce en una mayor cantidad de especies y en un número mayor de individuos por especie. Entre estas especies, los macroinvertebrados acuáticos (la fase previa de invertebrados voladores como moscas, libélulas o mosquitos) son especialmente importantes. Son la base de la cadena trófica y sin ellos, no aparecerían anfibios, aves ni mamíferos. «Sin ellos, un ecosistema no tiene fundamento», dice Gil.

Con los resultados obtenidos hasta ahora, el equipo de Renaturwat ve un gran potencial para las lagunas como «reservorios de fauna». Podrían ayudar a los ecosistemas a recuperarse de eventos extremos como sequías, incendios, inundaciones o impactos generados por el ser humano. Las zonas residenciales de España que no son grandes núcleos podrían beneficiarse enormemente de tener una solución de tratamiento como esta.

Las depuradoras de grandes núcleos también deberían contar con humedales artificiales para renaturalizar al menos una fracción del caudal, aunque sea pequeña. Esto contribuiría a «sembrar vida» para su posterior suelta en la naturaleza.

Los ecosistemas que más se beneficiarían de este tipo de infraestructuras serían los acuáticos. Esto incluye no solo lagunas y ríos, sino también ramblas y barrancos. Con estas soluciones, se podría ayudar a recuperarse a ecosistemas degradados, como la Albufera de Valencia, el barranco del Carraiçet en Valencia, o el Mar Menor en Murcia. En caso de un problema ambiental en estas zonas, las lagunas podrían facilitar una colonización más rápida de estos ecosistemas para su recuperación.

En resumen, el proyecto LIFE Renaturwat está mostrando que las aguas residuales, lejos de ser un problema, pueden ser una solución para ayudar a los ecosistemas a recuperarse de los eventos extremos. A través de la innovación y la aplicación de sistemas basados en la naturaleza, las aguas residuales pueden convertirse en una fuente de vida, contribuyendo a renovar y revitalizar nuestros ecosistemas acuáticos.