Discurso íntegro de las emotivas palabras del Rey Carlos III por el 80º aniversario del Desembarco de Normandía

El Día D, una de las operaciones militares más grandes y significativas de la historia, fue recordada recientemente en el 80º aniversario del desembarco de Normandía. A la vanguardia de las celebraciones estaba el rey Carlos III, quien asistió a la conmemoración en la playa de Omaha, en el noroeste de Francia.

El monarca británico, de 75 años, regresó a sus compromisos públicos a finales de abril tras anunciar que lucha contra el cáncer. Acompañado por su esposa, la reina Camila, Carlos III pronunció un emotivo discurso en un evento marcado por la presencia de líderes internacionales, incluido el presidente ucraniano Volodimir Zelenski.

El presidente francés también extendió una invitación al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y al primer ministro de Canadá, Justin Trudeau. Ambos líderes representan a las naciones cuyas tropas también desembarcaron el 6 de junio de 1944, un evento que marcó el comienzo del fin de la Segunda Guerra Mundial.

Un tributo a los héroes de la Segunda Guerra Mundial

En su discurso, el rey Carlos III recordó a los miles de hombres y mujeres que dieron su vida para garantizar la libertad de las generaciones futuras. El desembarco del 6 de junio en Normandía fue un hito decisivo que cambió el curso de la historia, abriendo el camino para la derrota de la Alemania nazi y acelerando el final de la Segunda Guerra Mundial.

Carlos III, quien ha servido en el ejército del Reino Unido y ha ocupado el cargo de comandante en jefe, también anunció que viajará a Francia para asistir a una ceremonia en el monumento británico en Ver-sur-Mar, en Normandía. Esta será la primera visita del soberano al extranjero desde el anuncio de su enfermedad.

Durante su discurso, Carlos III recordó a los soldados que lucharon en la Prueba Suprema, un término que su abuelo, el rey Jorge VI, utilizó para describir la magnitud y la importancia del Día D. Rindió homenaje a la determinación y la resolución de las fuerzas armadas que lucharon en las playas de Normandía, en los mares y en los cielos.

El rey también mencionó a los veteranos de la campaña de Normandía, cuyo número disminuye con cada año que pasa. Recordó las veces que ha tenido el privilegio de asistir a las conmemoraciones del Día D en Normandía y de conocer a tantos veteranos distinguidos.

Carlos III también habló de la importancia de tener un Monumento Nacional permanente en Normandía para recordar a los más de veintidós mil militares de unidades británicas que dieron su vida durante el desembarco del Día D y la Batalla de Normandía. El monumento fue construido a sugerencia de un veterano, George Batts, que, aunque ya no está con nosotros, vivió para verlo construido.

El rey también aprovechó la oportunidad para honrar a los que lucharon en Gold Beach y a los civiles franceses que murieron durante la batalla. Hizo un llamado a las naciones libres para que permanezcan unidas contra la tiranía y se comprometió a transmitir el mensaje de valentía y resistencia de aquellos que lucharon por la libertad a las generaciones más jóvenes.