Una barra de pan, una libreta y una hogaza de pan candeal.

En una reciente advertencia, la reconocida organización FACUA-Consumidores en Acción ha desenmascarado una práctica fraudulenta en algunos establecimientos de hostelería que puede afectar gravemente al bolsillo del cliente desprevenido. Esta organización no gubernamental, sin ánimo de lucro, se ha dedicado a la defensa de los derechos de los consumidores desde 1981, y su último descubrimiento tiene que ver con la forma en que algunos bares cobran a sus clientes.

Rubén Sánchez, portavoz de FACUA, reveló en una aparición en el programa Cuatro al Día, que la organización ha detectado locales de hostelería que cobran mal a sus clientes. La denuncia se produjo tras una experiencia de una compañera de FACUA en un bar de Sevilla, que se percató de un cargo incorrecto en su factura. La compañera de Sánchez, siguiendo las recomendaciones habituales de las organizaciones de consumidores, revisó la factura que le presentaron en el local donde había tomado un café, encontrando el error.

Sánchez explicó que los bares suelen emplear programas informáticos para calcular la cuenta de cada cliente. Estos programas introducen automáticamente el número de comensales para calcular el costo del pan por persona. Sin embargo, este sistema puede dar lugar a errores, ya que no debería estar configurado de esta manera para todos los servicios. Por ejemplo, a un cliente que solo consume café o un refresco no se le debería cobrar el pan.

En el caso de la compañera de Sánchez, la factura que le presentaron incluía un cobro por «pan y picos» de 0,70 céntimos de euro por cada una de las 4 personas que habían consumido algo, además de los cafés y la bollería que efectivamente habían consumido.

Según FACUA, la importancia de este incidente radica en que no se trata de un error aislado. La organización sostiene que muchos establecimientos están cobrando el pan no consumido a sabiendas de que no deberían hacerlo. Aseguran que, si el cliente detecta el error, los locales presentan una nueva factura sin problema. Sin embargo, si el cliente no lo nota, esta práctica representa un ingreso extra para el negocio.

FACUA ha denominado a esta práctica como la del «pan fake». La organización insta a los consumidores a estar atentos a sus facturas y a denunciar cualquier incidencia de este tipo. La protección de los derechos del consumidor es primordial y las prácticas fraudulentas no deben ser toleradas.

Es importante destacar que la hostelería es un sector vital para la economía, y la mayoría de los establecimientos operan de manera honesta y transparente. FACUA no está generalizando su denuncia a todo el sector, sino que está poniendo de manifiesto una práctica que se ha detectado en algunos locales.

En última instancia, la responsabilidad recae tanto en los consumidores como en los establecimientos. Los consumidores deben estar alerta y revisar sus facturas, mientras que los locales deben asegurarse de que sus sistemas de cobro sean correctos y justos. Es en este espíritu de corresponsabilidad y respeto mutuo donde se encuentra el camino hacia una industria de la hostelería más justa y equitativa.

En resumen, la denuncia de FACUA sobre la práctica del «pan fake» es un recordatorio de la importancia de la vigilancia del consumidor y de la necesidad de transparencia en los negocios. Además, destaca la valiosa labor de las organizaciones de defensa de los derechos del consumidor, que continúan trabajando para proteger a los consumidores de prácticas comerciales injustas.

Por Daniel