El gobierno municipal de Barcelona, liderado por el alcalde socialista Jaume Collboni, ha anunciado una serie de cambios significativos en el Plan especial de usos de actividades vinculadas al reparto a domicilio. Este plan, que fue aprobado durante la alcaldía de Ada Colau en enero de 2023, se ha visto ahora modificado para introducir una mayor flexibilidad en las condiciones de implantación de cocinas industriales y agencias de paquetería y logística en los polígonos industriales.
Según un comunicado emitido por el consistorio sin declaraciones, la Comisión de Gobierno ha dado luz verde inicialmente a una modificación del plan. Hasta ahora, el plan sólo permitía la presencia de cocinas industriales o agrupadas en el ámbito industrial de la Zona Franca, y siempre con la condición de que hubiera un máximo de un establecimiento en un radio de 400 metros.
Entre los cambios aprobados inicialmente, destaca la decisión de eliminar la obligación de mantener una distancia mínima en suelo industrial entre agencias de paquetería y entre cocinas industriales. Esta medida estaba dificultando la apertura de nuevas actividades en estos sectores. La modificación también introduce una prohibición de implantar estas actividades frente a tejido residencial.
Otro cambio propuesto tiene que ver con la reserva de espacios de espera y estancia para repartidores de las agencias de paquetería de gran superficie. El objetivo es que estos espacios sean de un tamaño razonable y adecuado para las tareas vinculadas a la entrega a domicilio. Bajo las reglas actuales, si la superficie del establecimiento es de más de 400 m2, el espacio de espera y estancia para los repartidores debe ser de 10 m2 por cada 100 m2 de superficie construida.
Con la nueva redacción propuesta, las agencias de paquetería de más de 400 m2 tendrán que reservar un mínimo de 20 m2 para el reparto, y en cualquier caso, se deberá proporcionar el espacio necesario para los repartidores. Se aplican las mismas condiciones a los supermercados y tiendas fantasma – almacenes de comida o de mercancías no peligrosas-, que con los cambios pasan a ser admitidos con reparto a domicilio en las zonas industriales, con la excepción del 22@ y parcelas colindantes con tejidos residenciales.
Estos cambios, una vez aprobados inicialmente por la Comisión de Gobierno, llevarán el plan a un período de exposición pública de un mes. Durante este tiempo, se podrán presentar alegaciones que serán analizadas antes de que el documento continúe su tramitación hacia la aprobación definitiva en el plenario municipal. Este proceso representa un paso importante en la adaptación de las políticas de la ciudad a los nuevos patrones de consumo y las nuevas formas de hacer negocios.
El nuevo marco regulatorio, si se aprueba definitivamente, podría facilitar la expansión de las actividades de reparto a domicilio en Barcelona. Al mismo tiempo, las nuevas reglas buscan garantizar que estas actividades se realicen de manera que sean compatibles con el uso residencial y otros usos del suelo en la ciudad.
La revisión del plan se produce en un momento en que las actividades de reparto a domicilio están experimentando un crecimiento considerable, impulsado en parte por los cambios en los patrones de consumo durante la pandemia de COVID-19. A medida que más personas optan por hacer sus compras en línea, la demanda de servicios de entrega a domicilio ha aumentado, lo que a su vez ha generado la necesidad de más instalaciones de cocina y logística.
Estas modificaciones podrían tener un impacto significativo en el sector de la entrega a domicilio en Barcelona, así como en las áreas industriales de la ciudad donde se encuentran estas actividades. Sin embargo, el debate sobre las implicaciones de estos cambios probablemente continuará durante el período de exposición pública y más allá.