CAF consiguió un beneficio neto de 52 millones de euros en el ejercicio 2022, lo que piensa una reducción del 39% desde los 86 millones registrados en 2021, gracias a «la inflación (energética, laboral y de materiales) y por los efectos de la carencia de elementos primordialmente en el segmento de buses», según la información remitida por la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
La cifra de negocios creció un 8% en el intérvalo de tiempo, hasta los 3.165 millones, al tiempo que el resultado de explotación se ha achicado un 16%, hasta los 139 millones. El margen Ebitda fué del 7,3%, bajo el 8,7% alcanzado en 2021.
La compañía ha acusado una subida del gasto financiero, que atribuye a «la subida de tipos y el aumento del circulante en el segmento de buses», y asimismo resalta el desarrollo de la actividad, «sostenido en buena medida por la elevada cartera».
«La mayor parte de buses se vió impactada por la falta de elementos y el incremento de los plazos de suministro de puntos claves«, ha señalado la firma, que mantuvo permanente la cifra de distribución de buses, en 1.492, tanto para 2021 para 2022.
Además de esto, «el ejercicio ha finalizado con precisamente 250 buses en el desarrollo final de producción esperando de los elementos faltantes«. La compañía encontró los mayores inconvenientes de suministro en los elementos electrónicos, como semiconductores y chips, «gracias a las interrupciones de la cadena de suministro a lo largo del periodo posterior a la pandemia».
«Más allá de que se observan signos de optimización en la cadena de suministro en las primeras semanas de 2023, la indecisión aún es elevada. CAF proyecta una continuación a lo largo del ejercicio de la situación de hoy de suministro de elementos y prevé un primer semestre de 2023 perjudicado por la necesidad de ofrecer salida a la cartera remanente de proyectos impactados por el contexto, en frente de un segundo semestre de clara restauración mediante la ejecución de proyectos del nuevo período de contratación», resalta la firma.
La compañía asimismo recuerda el encontronazo de la huelga en Solaris a lo largo de 5,5 semanas, que supuso una «reducción importante de la actividad en el primer semestre».