Max Verstappen celebra su triunfo en Bahrein.

Verstappen, el tricampeón, ha comenzado su nueva temporada de F1 con un desempeño impresionante en el circuito de Bahrein, llevándose la victoria de manera incontestable y rompiendo las expectativas de todos los presentes. En un evento que se prolongó durante 57 vueltas, ninguno de los otros pilotos pudieron acercarse a su rendimiento, lo que reafirma el pronóstico que hizo Fernando Alonso después de la pretemporada: «19 pilotos ya saben que no van a ser campeones en 2024».

Sergio Pérez, su compañero de equipo en Red Bull, también tuvo un buen desempeño, asegurando el primer doblete del año para el equipo. En medio de esta celebración, el conductor español Carlos Sainz se destacó al desafiar a su compañero de Ferrari, Charles Leclerc, para asegurar un lugar en el podio.

Desafortunadamente para Alonso, las cosas no salieron como sus seguidores habían esperado. Las simulaciones de la F1 le situaban noveno con el nuevo Aston Martin, y así fue. A pesar de un comienzo prometedor en las prácticas y la clasificación, Alonso no pudo mantener el ritmo en la carrera, en la que solo Sainz mostró una demostración de pilotaje y constancia para ganarle a Leclerc por primera vez este año.

Sainz, quien está en su última temporada con Ferrari antes del sonado fichaje de Lewis Hamilton por la Scuderia en 2025, ha estado compitiendo con ambición y sin complejos. Esto quedó claro cuando desafió a su compañero de equipo, Leclerc, quien estaba luchando con una evidente falta de ritmo.

Max Verstappen, que sumó su 33ª pole en F1 el viernes, controló sin problemas la salida, dejando sin opciones a Lance Stroll y Nico Hülkenberg. El piloto alemán golpeó al canadiense de Aston Martin y ambos cayeron al fondo del pelotón.

Mientras tanto, el Mercedes parecía tener más ritmo que el Ferrari de Leclerc, que finalmente cedió ante Checo Pérez. Sainz, que había perdido la posición con Pérez al principio, venía con más velocidad y sugirió al muro de Maranello la posibilidad de atacar a su compañero.

La superioridad de Verstappen con el nuevo RB20 era abrumadora y después de diez vueltas, su ventaja sobre Russell ya era de más de siete segundos. Hamilton, viendo los problemas de Alonso para mantener el DRS con Piastri, se fue a la caza del asturiano, que tuvo un comienzo de temporada más discreto de lo que se esperaba.

Sainz no esperó para lanzar su ataque a Leclerc, que se defendió sin éxito. El monegasco y también Russell anticiparon sus ‘pitstop’ (V12), dejando provisionalmente al español como tercero a la estela de los dos Red Bull.

La segunda parada para afrontar el tramo final de la carrera no cambió demasiado el escenario, con Sainz conservando sus opciones a podio y neumáticos duros para las últimas 20 vueltas y los Red Bull al mando con blandos. Checo mantuvo a raya a Carlos, al tiempo que Russell y Leclerc libraban un tenso pulso por la cuarta posición.

Para los fans de Alonso fue un jarro de agua fría y para las expectativas de Aston Martin, después del brillante inicio del pasado año, cuando subieron al podio y fueron los únicos que plantaron cara a Red Bull. Mucho tendrán que evolucionar en las próximas carreras para estar a la altura de los grandes.