El papel transformador de los drones en el monitoreo de emisiones contaminantes y vertidos marítimos
El uso de tecnología avanzada está desempeñando un papel cada vez más crucial en la gestión y el control del medio ambiente. Una de las innovaciones más significativas es el uso de drones para supervisar e inspeccionar las emisiones contaminantes y los vertidos en el mar. La Capitanía Marítima de Barcelona ha lanzado un proyecto revolucionario en colaboración con la Dirección General de la Marina Mercante del Ministerio de Transportes, que utiliza drones para controlar las emisiones de óxido de azufre (SO2) y vigilar posibles vertidos en las aguas del Port de Barcelona.
Las operaciones de estos drones duran cuatro horas diarias y abarcan un espectro de vuelo de 10 kilómetros. Las inspecciones se enfocan en los barcos atracados, fondeados, que realizan maniobras y los que están en tránsito por los canales exteriores de acceso al puerto. El dron en uso, conocido como ATLAS, es proporcionado por la empresa Altus y la Agencia Europea de Seguridad Marítima (EMSA). Registra y recopila datos en el sistema EMSA Thetis-EU, que es accesible para todos los estados miembros de la Unión Europea.
Regulaciones estrictas y vigilancia intensiva
La principal responsabilidad del dron es detectar las emisiones de óxido de azufre a la atmósfera por parte de los barcos que transitan por el Port de Barcelona. Esto se hace en conformidad con las Reglas del Anexo VI del Convenio Internacional sobre la Polución Marítima (MARPOL), que establecen que el contenido de azufre en los combustibles utilizados por los barcos atracados o fondeados en los puertos europeos no puede superar el 0.10% en masa, ni el 0.50% en masa cuando están en navegación. Además, la norma también establece límites a las emisiones de óxidos de nitrógeno, dependiendo del tipo, la potencia y el uso de los motores de los barcos.
En 2021 y 2022, un dron de la EMSA inspeccionó el estrecho de Gibraltar para controlar las emisiones contaminantes de los barcos y proporcionar apoyo en casos de emergencias marítimas, como accidentes y vertidos.
Inspecciones dobles para una mayor precisión y eficacia
El proyecto se distingue por su enfoque de doble inspección: mientras el dron realiza la vigilancia aérea y mide las emisiones, un inspector de la Capitanía Marítima a bordo del barco verifica que las emisiones registradas provienen de la nave inspeccionada. Este método permite responder de forma rápida en caso de incumplimiento de la normativa, indica el Ministerio de Transportes en un comunicado.
«Cuando el dron capta una emisión que supera los límites regulados, es fundamental que un inspector confirme su procedencia y verifique los registros», indica el capitán marítimo de Barcelona, Javier Valencia.
En 2023, las Capitanías Marítimas inspeccionaron en España un total de 1.164 barcos, y se analizaron muestras en el laboratorio en 292. Se detectó un nivel superior a los límites permitidos en 10 de ellos, a los que se abrió expediente sancionador. En 2024, se han inspeccionado más de 602 barcos y se han muestreado y analizado el combustible utilizado en 158 de ellos.
El uso de drones en la inspección de emisiones contaminantes y vertidos al mar es un hito en la gestión medioambiental. Este proyecto de la Capitanía Marítima de Barcelona, en colaboración con la Dirección General de la Marina Mercante del Ministerio de Transportes, es un ejemplo de cómo la tecnología puede ser utilizada para la protección y la conservación del medio ambiente.