El viento vuelve a todos locos en Augusta

El Masters de este año sin duda estaba destinado a hacer historia. Los ojos de los aficionados estaban puestos en Jon Rahm, esperando ver si podía defender con éxito su chaqueta verde y ascender al panteón de los grandes campeones. También estaban aquellos que ansiaban ver a Tiger Woods añadir otro corte a los veintitrés consecutivos que ya tenía, lo que le situaría como el jugador más consistente de la historia.

Lo que pocos podían prever, sin embargo, era que la edición número 88 del mejor torneo del mundo se recordaría como una de las más duras de los últimos tiempos. Chema Olazábal (+6), quien ha estado asistiendo al torneo durante 35 años, reconoció que nunca había vivido un día tan ventoso en el campo. A pesar de las condiciones difíciles, Olazábal demostró su maestría, sellando una vuelta de uno sobre par.

Desafortunadamente, Olazábal tuvo problemas en el Amen Corner, quedándose corto con su hierro 8 y encontrándose con el agua. Aunque este triple ‘bogey’ empañó su tarjeta, logró mantenerse en acción durante el fin de semana gracias a los altos números que sus compañeros añadieron a sus puntuaciones. Jon Rahm (+5) elogió la actuación de Olazábal, calificándola de «propia de un artista».

Mientras tanto, todos los ojos estaban puestos en Tiger Woods y en si Bryson DeChambeau y Max Homa podrían mantenerse en lo alto de la tabla (-6) a pesar de las terribles condiciones ambientales. Ambos jugadores lograron mantenerse firmes, con Scottie Scheffler desafiándolos en varias ocasiones pero sin conseguir superarlos.

Rahm, sin embargo, tuvo problemas a medida que avanzaba la tarde, acumulando problemas en su ronda. Aunque tuvo algunos contratiempos, logró mantenerse en el juego y incluso demostró su habilidad en las etapas finales, reduciendo su puntuación en dos puntos.

Por otro lado, Sergio García (+7) no mostró la misma resistencia y se retiró sin luchar. Perdió cinco golpes en los últimos cuatro agujeros y desperdició una oportunidad de superar el corte que siempre tuvo a su alcance.

Tiger Woods, por otro lado, demostró una vez más por qué es considerado uno de los mejores jugadores de la historia. A pesar del viento y de no estar tan afinado como en el pasado, logró superar su vigésimo cuarto corte consecutivo en el Masters, estableciendo un nuevo récord en el torneo.

Woods mostró su característica consistencia y madurez a lo largo del torneo, incluso embocando desde fuera en el hoyo 6. A pesar de la arena voladora que le cegaba en el hoyo 18, Woods logró embocar su último ‘putt’, añadiendo un momento de suspense extra a su ya impresionante carrera.

Max Homa, Bryson DeChambeau y Scottie Scheffler encabezaron la tabla, mientras que Jon Rahm y Chema Olazábal terminaron en posiciones 44 y 50 respectivamente. Sergio García, por otro lado, no logró superar el corte.

Esta edición del Masters ciertamente ha dejado su huella en la historia del torneo, con las duras condiciones climáticas y los impresionantes desempeños de los jugadores. Sin duda, será recordada como una de las más duras y emocionantes de los últimos años.