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Joan recibió hace un tiempo una llamada desde el número de teléfono de su sucursal bancaria. Al otro lado del teléfono hablaba un hombre, que se identificó como trabajador del banco. Le llamó para avisarle de que alguien estaba intentando sacar 400 euros de su cuenta bancaria y, para confirmarlo, le indicó los 20 dígitos correctos del número de su cuenta.

El modus operandi de los estafadores

Este tipo de estafa, conocida como phishing telefónico, se ha vuelto cada vez más sofisticada. Los estafadores utilizan tecnologías avanzadas para spoofear (falsificar) el número de teléfono de la entidad bancaria, haciendo que la llamada parezca legítima. Joan, confiado por la veracidad del número y la información proporcionada, compartió sin sospechar sus datos personales y credenciales bancarias.

Una vez que los estafadores tienen acceso a esta información, pueden realizar transacciones no autorizadas, lo que puede llevar a pérdidas financieras significativas. En muchos casos, los bancos tienen políticas para proteger a sus clientes, pero la recuperación del dinero puede ser un proceso largo y complicado.

Es fundamental estar siempre alerta y desconfiar de llamadas inesperadas que soliciten información sensible. Los bancos rara vez pedirán credenciales de acceso o datos personales a través de una llamada telefónica. En caso de duda, es recomendable colgar y contactar directamente a la sucursal bancaria utilizando el número de teléfono que aparece en la página oficial del banco.

Para más información sobre cómo protegerse de fraudes bancarios, puede visitar este sitio web de referencia.

Fuente de la información: El Periódico