En un giro inesperado, el presidente de Chile, Gabriel Boric, ha experimentado una caída en su popularidad, cayendo por debajo del 30% de su base de apoyo habitual según la encuesta Cadem. Los analistas explican que este declive es el resultado de su moderación en los últimos meses. La encuesta, publicada el lunes, muestra que la aprobación del mandatario ha disminuido a un 24%, rompiendo la tendencia estable que había mantenido desde principios de 2023.
Esta tendencia estable se vio perturbada por primera vez cuando la adhesión a Boric se derrumbó a raíz de los controvertidos indultos otorgados a condenados por delitos durante el estallido social de 2019. En los últimos meses, el Gobierno y los asesores presidenciales habían apostado que la base del Frente Amplio y sus simpatizantes cercanos se mantendrían en ese 30% inamovible. Boric había obtenido un 25% de los votos en la primera vuelta presidencial de 2021, por lo que esa cifra del 30% era vista como un indicador del apoyo del sector de izquierda.
Sin embargo, durante este mismo período, Boric reconsideró y abandonó muchas de las tesis que había defendido en sus tiempos de dirigente universitario y luego como diputado del Frente Amplio. No solo ha dado su respaldo total al cuerpo de Carabineros en medio de la crisis de seguridad, una institución que antes postulaba refundar, sino que también ha retrocedido en muchas de sus críticas a los gobiernos de la ex concertación, incluyendo reconocimientos a los expresidentes Patricio Aylwin y Ricardo Lagos. De denostar esos 30 años de gobierno, pasó a resaltar el legado de ambos exmandatarios en la construcción de la democracia.
Similar cambio se observó con la figura de Sebastián Piñera, a quien en el pasado acusó de ser violador de los derechos humanos. Meses antes de su muerte ya lo había calificado como un demócrata y en el funeral reconoció su compromiso con la defensa de los DD.HH. En las últimas semanas ha intentado modificar el discurso de la izquierda en referencia al valor de la democracia, que para ese sector va ligado a igualdad y justicia social. Boric postula ahora que «sin seguridad no hay libertad, sin libertad no hay democracia, sin democracia no hay justicia».
Para la oposición, la baja a un 24% se explica por el fracaso de su política en seguridad que ha vivido momentos difíciles tras el asesinato y quema de tres carabineros en la Araucanía. Sin embargo, para otros analistas, esta caída está directamente relacionada con el abandono de su pasado «octubrista» y la credibilidad que pierde al abandonar esos postulados.
Un hecho que ha marcado la discusión de la última semana fue la desvinculación total que hizo Boric de la imagen del «perro matapacos», el dibujo de un perro con pañuelo rojo que se enarboló como símbolo de lucha contra la policía. El gobernante sostuvo que nunca le hizo sentido tal perro que calificó de «burda, ofensiva y denigrante». Sin embargo, la Presidencia tuvo que reconocer horas más tarde que el diputado Boric sí tenía un sticker del «perro matapacos» en su computador.
Esto, que afecta la credibilidad del presidente, es señalado como la razón por la cual sus adherentes se han alejado; ya no confían en él y muchos diputados del Frente Amplio no dudaron en salirle al paso defendiendo al can. El analista Pepe Auth es categórico: ya comienza a erosionarse esa base del 25% que obtuvo en la primera vuelta, dijo a ABC. Concuerda Gonzalo Cordero, quien afirmó a este diario que «no sale gratis apartarse de los símbolos y causas» que ha defendido la izquierda dura del 30% en estos dos años.
«El 30% es un apoyo muy valioso políticamente, es una fuerza importante o confiere una fuerza importante, pero acercarse al 20% es otra cosa, con eso ordenas menos a tu base» aseguró a ABC. El analista político anota que esta caída traerá como consecuencia que ser díscolo del Gobierno ahora tendrá menos costo. «El PS se siente más libre dentro del Gobierno y en el Congreso y el Partido Comunista tiene más incentivos a reivindicar su discurso y causas, haciendo menos concesiones», señaló Cordero.