La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde.

El Banco Central Europeo se prepara para tomar decisiones clave sobre la política monetaria

El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) está a punto de tener su cuarta reunión en 2024. Realizada cada seis semanas, esta reunión es una oportunidad para analizar la evolución económica de la zona euro y tomar decisiones cruciales sobre la política monetaria. Cada miembro del consejo, compuesto por los seis integrantes del comité ejecutivo de la institución y los veinte gobernadores de los bancos centrales nacionales de la unión monetaria, anticipa con alta probabilidad la primera bajada de los tipos de interés de referencia de la zona euro desde la crisis inflacionaria de 2021.

Expectativas de la reunión y posibles repercusiones

Lo que más se espera de esta reunión es una rebaja de los tipos de referencia, probablemente de alrededor de 0,25 puntos porcentuales. Si no se produce esta reducción, las repercusiones podrían ser significativas. El BCE ha estado insinuando esta reducción durante varios meses, por lo que no hacerlo podría suponer un riesgo de fuerte corrección en los mercados, que ya han descontado la medida.

Después de aumentar los tipos de interés para combatir la alta inflación a un ritmo sin precedentes desde su creación en 1999, esta será la primera vez que el BCE reducirá los tipos desde septiembre de 2019. El tipo principal bajará al 4,25%, mientras que la facilidad de depósito se reducirá al 3,75%, alcanzando niveles vistos por última vez en agosto del año pasado.

La presidenta del BCE, Christine Lagarde, insinuó por primera vez a mediados de enero que era «probable» que el banco central comenzase a bajar los tipos en verano, siempre y cuando no se produzcan sorpresas negativas en la trayectoria a la baja de la inflación.

Factores que influyen en la política monetaria

Algunos datos recientes podrían explicar las decisiones que se tomen en la reunión. Los salarios en la zona euro subieron en el primer trimestre un 4,7%, lo que indica que los trabajadores tienen mayor poder para negociar sueldos. Además, la inflación de la zona euro subió dos décimas en mayo, llegando al 2,6%.

Además, Lagarde ha dejado claro que es probable que la inflación fluctúe en los próximos meses antes de bajar al objetivo del 2% a medio plazo a mediados de 2025. La clave para que los tipos sigan bajando es que los servicios y los salarios no se desvíen de la senda prevista por el BCE, siempre y cuando no haya algún shock geopolítico imprevisto.

La evolución de las hipotecas y los depósitos

La expectativa de que el BCE comenzase a rebajar los tipos oficiales en primavera provocó que el euríbor se redujese desde el 4,16% de octubre al 3,609% de enero. La corrección posterior de Lagarde ha provocado que el índice se mueva en un rango horizontal de entre el 3,6 y el 3,71% desde entonces.

El tipo medio de las nuevas hipotecas contratadas, en cambio, sí que está anticipando de forma más clara la relajación de la política monetaria. Ha bajado del 3,94% de octubre al 3,51% de abril, mes en que sin embargo aumentó ligeramente respecto al 3,49% de marzo. El interés medio de los nuevos depósitos, paralelamente, subió hasta el 2,58% en diciembre, ya que los bancos comenzaron a aumentar su remuneración más tarde, para luego bajar hasta el 2,38% en febrero, y repuntar posteriormente de forma leve al 2,49% en marzo y al 2,53% en abril.

La reunión del BCE y las decisiones que se tomen tendrán una enorme influencia en la economía de la zona euro. A medida que los economistas, los inversores y los ciudadanos esperan, el consejo del BCE analizará cuidadosamente los datos y las circunstancias actuales antes de tomar sus decisiones finales sobre la política monetaria.

Por Daniel