En un giro de los acontecimientos en el panorama comercial global, el Ministerio de Comercio de China ha anunciado este lunes que abrirá una investigación ‘antidumping’ contra las importaciones de cerdo de la Unión Europea (UE). Esta decisión ha puesto al sector porcino español, uno de los pilares de su industria cárnica, en una posición precaria. La medida tomada por el gobierno de Xi Jinping viene como respuesta a la decisión de la UE de aplicar aranceles a los vehículos eléctricos chinos.
El ministro de Agricultura y Alimentación de España, Luis Planas, lamentó esta situación el martes tras el Consejo de Ministros. «Iniciar una guerra o conflicto comercial no beneficia a nadie, pero es lamentable que, una vez más, el sector agroalimentario se convierta en la víctima», expresó Planas.
China es el tercer país no comunitario al que España exporta productos porcinos, después del Reino Unido y Estados Unidos. «El año pasado el sector exportó alimentos y otros derivados por valor de 1.223 millones de euros«, destacó el Ministro.
Productos Emblemáticos a salvo
Sin embargo, productos emblemáticos y muy apreciados por el consumidor chino, como el jamón y los embutidos, quedarán fuera de las posibles represalias. Estos alimentos no aparecen entre las categorías de productos mencionadas por el Ministerio de Comercio de China en su investigación.
La respuesta de China es una reacción esperada a los aranceles anunciados por la Comisión Europea a la importación de vehículos eléctricos chinos. Esta medida fue tomada tras una investigación abierta en octubre para determinar si los subsidios que ofrece Pekín a este sector generan competencia desleal para los fabricantes europeos.
Dentro de la Unión Europea, España es el principal exportador de cerdo a China. En 2023, según datos de la patronal porcina Interporc, España exportó a este país asiático más de 560.000 toneladas por valor de 1.223 millones de euros. Esto convirtió a China en el destino del 20,33% de las ventas exteriores de porcino, representando el 13,7% del valor total.
Algunos analistas indicaron que Pekín buscaría que sus represalias por los aranceles se centraran en los países que los han apoyado, entre los que se encuentra España. Sin embargo, China no quiere una guerra comercial con Europa, aseguró la consultora Trivium China. Los aranceles agrícolas, como los dirigidos contra el brandi francés o el cerdo español, estaban en el punto de mira, especialmente después de que los gobiernos de París y Madrid fueran los dos principales impulsores de la investigación sobre el coche eléctrico.
El Ministerio de Comercio de China revisará los productos importados durante 2023 y también los ‘daños’ que estas compras provocaron al sector chino entre 2020 y 2023. En el proceso se investigarán productos como carne de cerdo o casquería, tanto refrigerados como congelados, así como grasa de ese animal y derivados de ella o de vísceras.
La investigación comenzó ya este lunes y se extenderá durante un año, con la opción de ampliarlo otros seis meses adicionales «bajo circunstancias especiales». El jefe de la oficina encargada de la investigación aseguró que las pesquisas «se llevarán a cabo de acuerdo con la ley y protegerán completamente los derechos de todos los implicados». Cualquier decisión que se tome tras conocer sus resultados será «objetiva y justa», afirmó. El ministro Planas ha expresado su deseo de que finalmente se alcance un acuerdo que no perjudique a ninguna de las partes.