El Arduo Camino de BBVA hacia la Adquisición de Sabadell
El intento de BBVA de adquirir el Sabadell está demostrando ser una travesía agotadora. La entidad bancaria enfrenta una oposición considerable, tanto del consejo de administración del Sabadell como de numerosos partidos políticos. Esta resistencia surge a raíz de la opa (oferta de compra) hostil que BBVA lanzó el pasado 9 de mayo.
El presidente de BBVA, Carlos Torres Vila, está convencido de que la operación prosperará a pesar de la oposición. Según él, la fusión es el objetivo final, pero si no es posible, sigue viendo un sentido económico en la adquisición. Esta postura contrasta con la de los detractores de la operación, entre los que se incluye el Gobierno, que tiene la última palabra en el proceso de integración.
BBVA sostiene que la integración con Sabadell tiene «un sentido industrial muy obvio». La entidad busca lograr economías de escala para compensar los crecientes costes asociados a tecnología, inteligencia artificial y ‘big data’. En un panorama donde las ‘fintech’ y las empresas tecnológicas están irrumpiendo con fuerza, BBVA argumenta que es crucial «diluir costes fijos» y ganar cada vez más escala, especialmente cuando se compara el tamaño de la banca europea con la de China o Estados Unidos.
La Fusión es el Objetivo, pero no es Imprescindible
A pesar de que la lógica empuja hacia una fusión, BBVA tiene intención de mantener su oferta sobre el Sabadell, incluso si la fusión resulta inviable. El banco cree que «las menores sinergias por no lograr una fusión son marginales». BBVA estima que los mayores ahorros, que cifra en 850 millones de euros, provendrían de áreas como márketing y tecnología, no del personal, ya que ambos bancos han realizado ajustes de plantilla en el pasado.
La oferta de BBVA incluye una prima del 30% respecto a la cotización del día anterior al anuncio de la operación. La propuesta se realizará mediante intercambio de acciones, con una ratio de una acción del BBVA por cada 4,83 del Sabadell. El banco argumenta que el hecho de que las primas se estrechen mediante la cotización en bolsa indica que el mercado ve posibilidades de éxito en la operación.
La operación sobre el Sabadell se estima que durará al menos un año y medio. La primera parte, de 6 a 8 meses, estará relacionada con la opa, cuya primera fase es la aprobación del folleto por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). La segunda parte del proceso corresponde a la fusión, que estaría en manos de la Comisión Nacional de la Competencia (CNMC), a la que ya se ha solicitado el análisis.
Uno de los argumentos de quienes están en contra de la integración es el grado de concentración bancaria. BBVA, sin embargo, estima que tanto en sucursales como en crédito y depósitos están por debajo del 25% y no son los primeros en Cataluña. En crédito a pymes, con un 24%, solo superan en un punto a CaixaBank y en dos al Santander.
En el Sabadell, se cree que se requerirá un análisis de Competencia en segunda fase dado el peso de las pymes, que requieren una mayor oferta en el mercado. Esta segunda fase no ha ocurrido antes en ninguna opa. En la misma, se da voz a otras partes implicadas y el ministro de Economía puede al final suavizar o endurecer las condiciones para una fusión con motivos no solo de concentración bancaria sino de efectos por ejemplo sobre la inclusión financiera en determinados territorios.
BBVA, que ve la operación «sin marcha atrás», descarta que los accionistas vayan a verse sometidos a incertidumbres al tener que decidir sobre la opa sin conocer quizás las condiciones de competencia. La entidad bancaria compara el proceso al de la absorción de Bankia por parte de CaixaBank. Sin embargo, quienes están en contra insisten en la necesidad de un análisis más profundo porque, a diferencia de esa otra integración, el peso de las pymes es mucho mayor y hoy existe un mayor grado de concentración bancaria.