Richard Carapaz, en su triunfo en el Tour.

El genio de Pogacar brilla en el Tour de Francia

El calor del verano trae consigo las moscas, que se sienten atraídas por el sudor humano. Bajo el ardiente sol provenzal, los espectadores ansiosos se congregan en la salida de Saint Paul Trois Châteaux, un lugar donde siempre soñaba pasar la noche el famoso ciclista Lance Armstrong. La ciudad de Gap, llena de gente en busca de sombra, rememora cómo hace cuatro años, cuando el Tour de Francia visitó su ciudad, las calles estaban vacías debido a las restricciones del covid-19.

Los ciclistas, mientras tanto, escuchan el canto estridente de las cigarras, un sonido que no se escucha con tanta intensidad en ningún otro lugar del mundo. Tadej Pogacar, el actual portador del maillot amarillo, hace su aparición en la carrera durante tan solo 15 segundos, que parecen mucho menos cuando se lanza en un ataque a 12 kilómetros de la meta. Las moscas, aterrorizadas, lo dejan en paz, y Pogacar, con sus poderosos vatios emanando de su boca, se asemeja a un purasangre galopando hacia la recta final del Grand National.

El desafío de la montaña

La presencia de montañas en el Tour de Francia siempre supone un reto que mantiene a los espectadores en vilo. En esos 15 segundos en los que Pogacar aparece y desaparece tras seis horas de espera en la carretera, el tiempo parece detenerse. La sirena del Tour suena. Pogacar ataca con solo 12 kilómetros por delante. Es un espectáculo frenético que hace que Jonas Vingegaard se sienta presionado hasta el límite.

¿Por qué lo hace Pogacar? ¿Es acaso venganza? Durante los primeros 80 kilómetros de la etapa, ha estado escuchando a su director a través del pinganillo, recordándole que debe mantenerse concentrado, que el Tour es una prueba de resistencia y que él, vestido de amarillo, es el centro de todas las miradas. «Tadej, los del Visma no paran, traman algo». Pogacar no necesita recordatorios. El pelotón se fragmenta antes de que los Alpes se muestren por primera vez.

Enric Mas, tercero en la etapa

Parece que será un día para los ciclistas que suelen estar en segundo plano, aquellos que no suelen ser protagonistas en la clasificación general. Richard Carapaz se lleva la victoria en la etapa, convirtiéndose en el primer ecuatoriano en ganar una etapa del Tour de Francia. A pesar del dominio del trío formado por Pogacar, Vingegaard y Remco Evenepoel, Carapaz ya ha ganado el Giro de Italia, ha sido campeón olímpico y ha subido a los podios del Tour y la Vuelta a España. Enric Mas, que ha estado algo invisible en el Tour, llega tercero, después de Simon Yates.

El revuelo se encuentra a 8 minutos por detrás de Carapaz. Se dice que Pogacar tiene problemas para manejar la presión, y que Vingegaard y su equipo le han estado presionando más de lo debido. Sin embargo, cuando Pogacar ataca, la distancia se reduce drásticamente, al igual que las molestas moscas. Los insectos han vuelto al Tour. Justo antes del ataque, Pogacar se refresca, utilizando su bidón como una ducha improvisada.

Fantasía pura

La persecución a Pogacar es pura fantasía. Quedan dos puertos de montaña, Noyer y Superdévoluy, cuyas cumbres serán recordadas por la actuación magistral de Pogacar. El líder del Tour se encuentra constantemente mirando hacia atrás para comprobar la posición de Vingegaard. Sabe que el danés ha enviado por delante a Tiesj Benoot, a Christophe Laporte y al gran Wout van Aert. No se fía en absoluto. Pogacar no se deja intimidar por las tácticas de sus rivales.

Vingegaard y Evenepoel se convierten en aliados temporales. Colaboran y consiguen alcanzar a Pogacar antes de los últimos tres kilómetros. En la subida final a la meta, Evenepoel se da cuenta de que él no tiene ninguna opción en la lucha por el maillot amarillo, ya que Pogacar le permite alejarse. Evenepoel está a 5 minutos de distancia.

En cambio, el último ataque de Pogacar es espectacular. Si queda alguna mosca, seguro que muere de miedo. ¡Señoras y señores, un misil ha partido desde el pelotón del Tour! Pogacar, pedaleando con todas sus fuerzas, casi alcanza a Evenepoel y consigue sacar dos segundos de ventaja a Vingegaard. «Solo quería probar mis piernas para ver si todavía estaban en forma y poner un poco de presión a Jonas y Remco«. ¡Fantástico! Mañana será otro día.

Todas las clasificaciones del Tour de Francia están disponibles en la página oficial de la carrera.