El Aeropuerto de Barcelona es un hervidero constante de actividad, con una asombrosa cifra de 100.000 personas que transitan sus instalaciones cada día. Este flujo constante de viajeros, cargados de equipaje y a menudo distraídos por la prisa y la tensión de sus viajes, proporciona un caldo de cultivo ideal para los carteristas. Estos individuos sin escrúpulos se aprovechan de cualquier distracción para sustraer maletas y objetos personales que, en un instante crucial, parecen no estar vigilados.
En una reciente y sorprendente vuelta de tuerca, uno de estos ladrones escogió el blanco equivocado para su operación de robo. En un giro de los acontecimientos que podría haber salido directamente de una película de Hollywood, el criminal tuvo la mala suerte de seleccionar como objetivo a Núria Picas, una corredora de ultras de élite y ganadora de múltiples premios y competencias de alto nivel.
Picas no es una deportista cualquiera. La catalana es una corredora de ultra maratones de reconocimiento mundial. Su impresionante lista de logros incluye la victoria en el Ultra Trail del Montblanc en 2017 y en la Salomon Ultra Pirineu 100K en cinco ocasiones. En 2014, fue galardonada como la mejor corredora de ultradistancia del mundo. Es evidente que la capacidad de Picas para correr largas distancias a gran velocidad es excepcional, una habilidad que resultó ser crucial en este intrigante incidente.
La propia Núria Picas relató el incidente en su cuenta de Instagram. Explicó que el ladrón sustrajo su mochila mientras ella estaba descargando su equipaje tras un viaje a Noruega. En la mochila había objetos esenciales como su pasaporte, teléfono móvil y tarjeta de crédito, elementos indispensables para su inminente viaje.
Afortunadamente, la corredora de ultra maratones se dio cuenta de la situación a tiempo y decidió actuar. Empezó a perseguir al ladrón a través del aeropuerto. Esta persecución, que parecía sacada de una escena de película, terminó no solo con Picas alcanzando al ladrón, sino también reduciéndolo.
El incidente suscitó una serie de sentimientos en la deportista, que expresó su indignación por la falta de seguridad en el aeropuerto. Señaló que era indignante que los responsables de la seguridad hubieran permitido al ladrón moverse libremente por el aeropuerto.
Si bien la historia tiene un final feliz, plantea serias cuestiones sobre la seguridad en los aeropuertos y la facilidad con la que los carteristas pueden operar en estas instalaciones. Sin embargo, también sirve como un recordatorio de que no todos los viajeros son presas fáciles. En este caso, el ladrón tuvo la mala suerte de toparse con una mujer que no solo estaba dispuesta a defenderse, sino que también tenía la capacidad física para hacerlo.
En definitiva, el incidente sirve como una advertencia para los ladrones potenciales: nunca se sabe a quién se va a intentar robar. En el caos de un aeropuerto concurrido, es posible que se encuentren con alguien como Núria Picas, una corredora de ultra maratones dispuesta a perseguir y enfrentarse a quien se atreva a robarle. Aunque también es un recordatorio para todos nosotros, de estar siempre alerta y cuidar nuestros pertenencias, especialmente en lugares concurridos como los aeropuertos.
