Justicia en Salamanca: El juicio por la muerte de la joven ciclista Estela Domínguez
En Salamanca, se celebró este viernes un juicio por la muerte de la joven ciclista Estela Domínguez, quien perdió la vida en 2020 al ser atropellada por un camión. El proceso judicial estuvo marcado por momentos de alta tensión entre los familiares de la víctima y el conductor del vehículo involucrado en el accidente.
La presencia en la sala fue limitada debido a las restricciones sanitarias, sin embargo, fuera del recinto judicial, un grupo de amigos y familiares de la joven se concentraron para exigir justicia por su muerte.
El Ministerio Fiscal y la acusación particular han mantenido sus peticiones de máxima pena por un delito leve de homicidio por imprudencia menos grave. La pena solicitada es de 5.400 euros de multa y 18 meses de privación del carné de conducir.
Ambas partes han argumentado que la causa del accidente no fue el deslumbramiento, sino la falta de reducción de la velocidad, como aconsejan las normas de tráfico, y también fue una infracción grave no tener el parabrisas del vehículo limpio.
El testimonio del acusado y el clima de tensión en la sala
Casi al finalizar la vista, el acusado, identificado como B.G.H., aseguró que no había ofrecido sus condolencias a la familia antes porque quería hacerlo cuando se tenía que hacer. Esta afirmación provocó que varios familiares de Estela comenzaran a proferir insultos como «asesino» y «borracho», al mismo tiempo que pedían justicia a gritos.
Ante estas palabras, el acusado respondió: «Eso me lo decís en la calle». Posteriormente, los familiares de Estela fueron desalojados de la sala de vistas, y se produjo un nuevo enfrentamiento entre ellos y el acusado, quien abandonó el lugar por una puerta lateral junto a su hijo.
En su testimonio, B.G.H. mantuvo que no vio a la joven y que el lugar del accidente es un punto negro de conducción. También aclaró que no es camionero, sino que estaba probando el vehículo que acababa de reparar.
El acusado explicó que había restaurado el inyector del camión y salió a probarlo durante diez minutos, como ha venido haciendo desde hace 25 años. Aseguró que no vio a Estela porque iba con la mano izquierda tapando el sol y que, al escuchar un ruido metálico al comenzar a coger la curva, pensó que se había soltado algo.
Regreso al lugar del accidente y el testimonio de la Guardia Civil
Después del atropello, el acusado volvió al lugar de los hechos pensando que se le había caído algo que podría provocar otro accidente. «Si hubiera sabido lo que había hecho, hubiera parado», reconoció.
Uno de los guardias civiles que acudieron al lugar e investigaron los hechos declaró como testigo y aseguró que el camión se desplazaba a una velocidad entre 54 y 60 km/h, cuando el tramo está limitado a 60 km/h. «No se aprecia reducción de velocidad en el camión», indicó.
El guardia civil también negó la versión del deslumbramiento que alegaba el acusado, señalando que el sol entraba por la parte derecha de la calzada, no frontal, que es el más peligroso. En su testimonio, afirmó que Estela circulaba de forma adecuada con la luz roja trasera encendida, y que esta se puede ver a 2 kilómetros de distancia.
Las declaraciones del padre de Estela y su lucha por la justicia
Al finalizar la sesión, Juan Carlos Domínguez, padre de la fallecida y exciclista profesional, rechazó que haya arrepentimiento por parte del conductor que atropelló a su hija.
Además, expresó su indignación por no haber podido averiguar muchas cosas durante el juicio, ya que el acusado solo respondió a las preguntas del juez y su abogado. Domínguez señaló que seguirán «peleando» por el «abandono del lugar», después de que el camionero no parara y regresara media hora después. «Estela nunca lo habría dejado así y no lo haremos», sentenció.
Este caso ha generado una gran conmoción en la sociedad, reavivando el debate sobre la seguridad en las carreteras y la necesidad de justicia para las víctimas de accidentes de tráfico.