El fútbol español ha estado bajo el control absoluto de una figura carismática en los últimos años, Luis Rubiales. Su mandato como presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF) ha estado marcado por el éxito deportivo, pero también por una serie de controversias y escándalos.
Rubiales llegó a la presidencia en 2018, sucediendo a Ángel María Villar, quien fue acusado de corrupción y malversación de fondos. Desde entonces, Rubiales ha mantenido el poder a pesar de los numerosos desafíos y controversias que han surgido durante su mandato.
Uno de los primeros éxitos deportivos bajo su liderazgo fue la conquista de la Liga de las Naciones por parte de la selección masculina. Esta victoria fue el resultado de su apuesta por Luis de la Fuente para reemplazar al carismático Luis Enrique. Este triunfo representó el primer título para el equipo desde la Eurocopa 2012.
El equipo femenino también disfrutó de un éxito considerable bajo la gestión de Rubiales. Con Jorge Vilda en la dirección, otra de las apuestas de Rubiales, España se coronó por primera vez campeona del mundo.
Sin embargo, no todo ha sido un camino de rosas para Rubiales. Su mandato ha estado plagado de escándalos y controversias. Apenas llegó a su despacho en la ciudad deportiva de Las Rozas, inició su primer mandato envuelto en problemas.
En junio de 2018, Rubiales tomó la decisión drástica de despedir al entonces seleccionador, Julen Lopetegui, a solo 72 horas del debut del equipo en el Mundial. Esta decisión fue tomada después de que Lopetegui se comprometiera a entrenar al Real Madrid sin previo aviso a Rubiales.
Otra controversia surgió en septiembre de 2019 cuando la Federación anunció un acuerdo con la compañía pública saudí, Sela, para trasladar la Supercopa de España a Arabia Saudí. Este acuerdo aseguraba a la Federación un ingreso de 40 millones de euros por cada edición del torneo. Sin embargo, este acuerdo también provocó críticas y controversias.
En septiembre de 2020, Rubiales fue reelegido como presidente de la Federación. A pesar de las acusaciones que rodeaban su figura, Rubiales logró un triunfo incontestable, obteniendo 95 votos de los 140 asambleístas con derecho a voto.
Durante este tiempo, Rubiales también lanzó su candidatura para que España, junto a Portugal, fuera sede del Mundial 2030. Sin embargo, su mandato continuó plagado de acusaciones y controversias. En abril de 2022, fue acusado de haber utilizado fondos propios de la RFEF para pagar el alquiler de su vivienda en Madrid, una acusación que él negó rotundamente.
En mayo de 2022, se le acusó de grabar de forma ilegal conversaciones y llamadas telefónicas comprometedoras con miembros del Gobierno Español, una acusación que también fue negada por la Federación.
En septiembre de 2022, Rubiales enfrentó una revuelta de las jugadoras de la selección femenina, que se negaron a volver a jugar si mantenía en el cargo a Jorge Vilda. A pesar de la presión, Rubiales se negó a ceder y mantuvo a Vilda en el cargo.
Finalmente, en agosto de 2023, tras una serie de controversias y críticas, Rubiales renunció a su cargo como presidente de la Federación. Esta decisión se produjo después de que besara de forma no consentida a Jenni Hermoso, jugadora de la selección femenina, durante la ceremonia de entrega de medallas del Mundial femenino en Sídney.
El legado de Rubiales en el fútbol español será recordado tanto por sus éxitos deportivos como por sus controversias. Aunque su mandato ha estado marcado por el éxito en el campo, las constantes controversias fuera de él han empañado su reputación. A pesar de su salida, el impacto de Rubiales en el fútbol español será duradero.