La Sociedad Española de Hipertensión y Riesgo Vascular defiende el uso de cigarrillos electrónicos como alternativa para fumadores
La Sociedad Española de Hipertensión y Riesgo Vascular (SEHLELHA) junto con las sociedades autonómicas han manifestado su postura respecto al uso de productos sin humo como los cigarrillos electrónicos. Su postura, contraria al planteamiento gubernamental, defiende que estos pueden ser una alternativa para los fumadores que no logran abandonar este hábito nocivo.
En una reciente entrevista, Javier Nieto, nefrólogo, presidente de la sociedad castellanomanchega y jefe de la unidad de Hipertensión y Riesgo Vascular del Hospital Universitario de Ciudad Real, explicó la postura que defienden y las evidencias que la respaldan.
El inmutable problema del tabaquismo
Javier Nieto explica que el problema del tabaco es persistente. A pesar de las campañas y advertencias, apenas disminuye el número de fumadores. Según Nieto, la tasa de fumadores en España es ligeramente superior a la media europea, con un 22%. Aunque ha habido una disminución en el número de fumadores en las últimas décadas, la tendencia se ha estancado, sin cumplir las expectativas previstas. Entre las posibles causas, Nieto menciona el retraso en la aplicación de las leyes, la falta de concienciación social y los atajos que a menudo utilizan los fumadores frente a las prohibiciones.
Los fármacos para dejar de fumar, financiados por Sanidad, han tenido resultados variados. Actualmente solo se financia la citisina o citisiniclina, un medicamento que sustituye a la nicotina para unirse a los receptores cerebrales y ayuda al fumador a pasar el síndrome de abstinencia. Este medicamento tiene una eficacia estimada alta, con cerca del 20% de los pacientes que logran dejar de fumar durante al menos seis meses.
Cigarrillos electrónicos: ¿una alternativa viable?
Recientemente, un estudio publicado en una prestigiosa revista afirmó que existe una alta certeza de que los cigarrillos electrónicos con nicotina aumentan la tasa de abandono del hábito tabáquico cuando se comparan con los parches de nicotina. Esto sugiere que los cigarrillos electrónicos podrían ser una ayuda efectiva para alejar a más fumadores del tabaco convencional.
La SEHLELHA defiende el uso del cigarrillo electrónico para ayudar a las personas que no pueden dejar de fumar. Según este organismo, los productos que no generan humo (sin combustión) tienen hasta un 95% menos de compuestos perjudiciales, lo que podría hacer que su efecto fuera menos nocivo. A corto plazo, se ha demostrado una clara reducción de marcadores de exposición a las sustancias tóxicas, que se traduce en una disminución de otros marcadores biológicos en el cuerpo, causantes de enfermedades como el cáncer o las cardiovasculares.
En Suecia, donde el mercado de productos derivados del tabaco y de nicotina está completamente liberalizado, se ha observado una reducción muy significativa de los casos de cáncer de pulmón, infarto de miocardio y EPOC. La FDA, la Administración estadounidense que regula la comercialización de productos del tabaco, también valora la calificación de ‘productos del tabaco de riesgo modificado’ para aquellos con reducción del riesgo.
El debate sobre el acceso a los cigarrillos electrónicos
El acceso a los cigarrillos electrónicos es un tema de debate. En Australia, el acceso a los cigarrillos electrónicos con nicotina sólo se realiza mediante prescripción. Sin embargo, si estos productos se medicalizan, se podría impedir el acceso a los fumadores adultos que estén dispuestos a cambiar. Por otro lado, si su acceso se liberaliza, podría resultar demasiado fácil para los consumidores menores experimentar y empezar a usarlos.
El plan antitabaco aprobado por el Gobierno español prevé equiparar los cigarrillos electrónicos con el tabaco convencional. Aunque los cigarrillos electrónicos podrían tener una indicación exclusivamente para aquellos fumadores que no quieren o no pueden dejar de fumar, asumiendo que correrán menos riesgo si se pasan a productos sin humo completamente.
Por último, es importante considerar que los cigarrillos electrónicos no son inocuos. Algunos estudios han asociado los vapeadores con la aparición de cáncer de pulmón. Sin embargo, la exposición a otros tóxicos cancerígenos o potencialmente cancerígenos del humo del tabaco se reduce en un 95% en los productos sin humo, lo que podría esperar una disminución en la aparición de estos tumores.
La decisión de usar cigarrillos electrónicos como una alternativa viable para dejar de fumar sigue siendo un tema de debate. ¿Es realmente una buena opción para aquellos que luchan contra el tabaquismo? O, ¿estamos simplemente reemplazando un mal hábito con otro?