Londres se rinde ante la Danza Española y 'muere' con el flamenco

El Ballet Nacional de España enciende el Flamenco Festival de Londres

El Flamenco Festival de Londres se acerca a su fin, pero el ambiente en el Sadler’s Wells, el emblemático teatro de danza británico, está lejos de disminuir. Hoy, las tablas del famoso teatro están llenas hasta la bandera, ya que nada menos que treinta y ocho bailarines del Ballet Nacional de España están listos para actuar.

Las coreografías, seleccionadas por el director de la compañía, el sevillano Rubén Olmo, son un despliegue de la esencia de la danza española. Las funciones, cinco en total a lo largo de tres días, han visto una demanda y éxito tan abrumadores que se ha tenido que programar una actuación adicional.

El público del coliseo es un crisol de culturas y estilos. Desde un hombre con rastas amarillas hasta una señora con hiyab y un caballero que parecería más en su lugar en el set de ‘Downton Abbey’. El Flamenco Festival es una cita obligada para los aficionados al flamenco, y es tan popular entre los españoles en Londres que incluso se pueden escuchar exclamaciones de «bravo» con un distintivo acento español.

Una demostración de la grandeza de la danza española

El programa de la noche comenzó con una combinación de tres coreografías recientes del Ballet Nacional, ‘Invocación bolera’ y ‘Jauleña’, ambas obras de Rubén Olmo de 2020, seguidas de ‘Eterna Iberia’, una pieza de Antonio Najarro de 2019.

La primera parte de la actuación fue una demostración de la grandeza de la Danza Española, con la influencia de la Escuela Bolera del Siglo XVIII, una tradición arraigada en Sevilla gracias a la familia Pericet. Rubén Olmo ha logrado darle un giro contemporáneo a la danza, sin perder su esencia.

Los bailarines llevan a cabo una serie de pasos, giros y saltos, todo ello con una estética andaluza y acompañados de palillos. Como señaló una bailarina inglesa después de la actuación: «No puedo imaginarme bailando con algo en la mano. ¡Estos españoles deben estar locos!».

El flamenco llegó con un homenaje a Mario Maya, uno de los grandes renovadores de la coreografía flamenca. La música de Manuel Busto llenó el teatro para ‘Invocación bolera’ y ‘Jauleña’, donde la renovación de la danza española fue evidente.

El público londinense se rindió ante el Ballet Nacional de España, demostrando que están dispuestos a «morir» por el flamenco. Y el espectáculo no terminó allí. Después de los calurosos aplausos, las notas de ‘Almoraima’ de Paco de Lucía llenaron el teatro, un regalo de Olmo para los británicos.

El sábado concluye el Flamenco Festival con dos mujeres muy diferentes: la bailaora Florencia Oz y la cantaora María José Llergo. Fuera, las calles de Londres pueden estar frías, pero dentro del Sadler’s Wells, el compás del flamenco mantiene a todos calientes. Y aunque la cerveza en los pubs pueda ser tibia, el entusiasmo por una compañía española que hoy se encuentra a la par con cualquier compañía del mundo, es definitivamente efervescente.

El Ballet Nacional de España ha demostrado una vez más que la danza y el flamenco son un lenguaje universal, capaz de traspasar fronteras y unir a las personas a través de la pasión y el arte. Y aunque el festival esté llegando a su fin, está claro que el espíritu del flamenco permanecerá en los corazones de los londinenses mucho tiempo después de que el último zapateado resuene en el escenario del Sadler’s Wells.