La semana que termina de terminar en los mercados no pudo ser mucho más enternecedora y no pudo dejar mucho más clara un concepto: los bancos centrales van a proseguir peleando contra la inflación, con lo que van a seguir subiendo tipos y manteniéndolos en escenarios superiores el tiempo que tengan en cuenta preciso.
El mercado había amado creerse, antes que Jerome Powell y Christine Lagarde hablaran meridianamente claro, que los datos -mejores en ciertos casos, como sucedió con la inflación estadounidense de noviembre– aplacarían ‘la furia’ de los banqueros centrales. No obstante, tal y como si se hubiesen puesto en concordancia, los dos han brindado alegatos tajantes, en especial Lagarde, que no habitúa a ser tan definitiva.
«Es bastante evidente que subidas importantes de las clases de interés de una forma sostenida quiere decir que debemos aguardar subidas de los modelos de interés de 50 puntos básicos en el transcurso de un periodo de tiempo de tiempo«, apuntó de manera demasiado transparente.
«Es bien difícil imaginar una asamblea mucho más ‘hawkish’ que la que vimos esta semana en el BCE»
Los economistas piensan que, tras su actuación, la presidenta del BCE ha eclipsado a un Powell que iba a ser personaje principal esta semana.
«Mencionó que el BCE va a subir los modelos otros 50 puntos básicos en la próxima asamblea. Y otros 50 pb en la asamblea siguiente. Y otros 50 pb en la asamblea siguiente. Y después otra mucho más… Ningún banco central había dado antes similar ‘orientación futura’«, dice la analista senior de Swissquote Bank, Ipek Ozkardeskaya. Para Michael Hewson, directivo de análisis de CMC Markets en Londres, la presidenta del BCE «puso su mejor cara de Grinch para prestar una visión muy sombría para la economía europea en 2023». Añade Hewson que «cualquier promesa de que podríamos ver un rally de Santa Claus en Navidad sufrió un revés importante».
La iniciativa de un «ajuste de la política monetaria asamblea a asamblea», el término de «vamos a estar alerta a los datos para elegir los próximos pasos» fueron machacados este pasado jueves, agregan estos especialistas.
«Christine Lagarde pronunció el alegato mucho más duro desde el momento en que llegó al cargo. Y la asamblea de este jueves fue una de las mucho más esenciales desde el ‘cueste lo que cueste’ de Mario Draghi, allí por julio de 2012″, insiste Ozkardeskaya.
DIFÍCIL IMAGINAR UNA REUNIÓN MÁS ‘HAWKISH’
Ruben Segura-Cayuela, economista para Europa de BofA Europe, coincide con estas críticas y asegura que «es bien difícil imaginar una asamblea mucho más ‘hawkish’ (dura) que la que vimos esta semana en el BCE».
«Pensamos que el BCE corre el grave peligro de sobrepasarse en el endurecimiento»
La subida de 50 puntos básicos de las clases, asimismo en la situacion de la Fed, fué lo de menos. Completamente descontadas, en esta ocasión lo verdaderamente esencial fué lo que se dijo tanto por Lagarde como por Powell sobre los proyectos futuros.
«El comunicado, la charla de prensa y las previsiones señalan a un banco central que se toma muy seriamente la inflación», asegura Segura-Cayuela al referirse al BCE. «Su estable orientación sobre los modelos superó aun nuestras esperanzas, que eran considerablemente más beligerantes que las del consenso», añade.
De igual forma, desde BofA estiman que los compromisos de ajuste cuantitativo (QT) del programa de compra de activos (APP) semejan muy ambiciosos.
«Consecuentemente, estamos cómodos trasladando nuestra previsión del género de depósito terminal al 3,50% (+25 pb), con 50 pb en el mes de febrero y marzo, y otras 2 subidas de 25 pb en el mes de mayo y junio. Pero el panorama general todavía es exactamente el mismo: pensamos que el BCE corre el grave peligro de sobrepasarse en el endurecimiento y terminar demoliendo mucho más demanda de la que se requiere para que la inflación vuelva al propósito«.