La situación de costos máximos históricos del 2022 está causando que el ingreso a la vivienda del alquiler sea todavía mucho más bien difícil. En el último año, se ha aumentado el volumen de inquilinos cuyos capital fluctúan los 2.001 y los 2.500 euros bárbaros por mes. Según Fotocasa, la subida del precio del alquiler expulsa a los inquilinos con capital mucho más bajos y premia a los capital altos.
En relación a su nivel de capital, existen algunos cambios significativos respecto al año previo. En 2021, un 16% tenía unos capital salvajes cada un año de 1.000 euros o menos, al paso que en 2022 hay un 12% de demandantes en este tramo. No obstante, ha aumentado el volumen de inquilinos cuyos capital fluctúan los 2.001 y los 2.500 euros bárbaros por mes: en este momento son el 14% en comparación con el 12% de hace un año.
Este apunte se enseña al ponerlo con relación a la evolución de los costes, que al situarse en escenarios máximos hace el moderado descenso que venimos señalando durante todo este informe y, además de esto, expulsa a quienes menos ganan lo que provoca que ganen peso relativo los tramos con mayores capital.
Con lo que tiene relación a su índice social y económico, no se registran variantes importantes respecto a 2021. De este modo, un 47% está en el índice prominente o medio prominente, el 28% en el medio y el 25% en el bajo o medio bajo.
En lo que se refiere a la una parte de la oferta, su nivel social y económico es prominente o medio prominente en siete de cada diez casos. Con lo que tiene relación a sus capital salvajes por mes, se distribuyen de forma afín en comparación con los datos de años precedentes. De este modo, hay un 42% que tiene unos capital que fluctúan entre los 2.000 y los 4.000 euros.
Si bien, con relación a esta cuestión, sí que hay un cambio importante respecto a 2021: el 11% asegura que sus capital salvajes por mes están entre los 5.001 y los 8.000 euros al tiempo que el año pasado en este tramo unicamente se aglutinaban un 6% de los arrendadores.
«El alza del coste del arrendamiento está expulsando del mercado a los ciudadanos que tienen capital mucho más bajos y que no tienen la posibilidad de enfrentar el nuevo coste del mercado. Por contra, los ciudadanos con capital mucho más altos y mucho más soluciones son quienes mucho más están entrando a los inmuebles, gracias a que el ahínco salarial que efectúan es menor que quienes cobran en torno a 1.000 euros. Esta situación incrementa la desigualdad popular y crea un mercado desequilibrado, en el que los colectivos mucho más atacables no tienen la posibilidad de entrar a vivir de alquiler«, enseña María Matos, directiva de Estudios y Representante de Fotocasa.