La incertidumbre que rodea al futuro de Ford Almussafes ha generado preocupaciones sobre el empleo en el sector auxiliar de la automoción en la Comunidad Valenciana. La paralización de la producción de la multinacional en su planta en La Ribera, que dejará de fabricar la furgoneta Transit a partir del 17 de abril, junto con la falta de claridad sobre la futura carga de trabajo con nuevos modelos híbridos y eléctricos, plantea serias dudas sobre el futuro del empleo en las empresas fabricantes de componentes que trabajan para Ford España.
Según el secretario general de la Federación de Industria de UGT-FICA-PV, Daniel Argente, la dirección de la compañía automovilística aún no ha especificado sus planes a largo plazo y, por tanto, los programas de inversión de las empresas proveedoras y la ocupación se mantienen en suspensión.
El impacto de la incertidumbre no se limita a Ford Almussafes, que genera alrededor de 15.000 empleos. La demora en el proceso de electrificación de la planta, que ya ha reducido su plantilla a 4.700 personas después del último expediente de regulación de empleo (ERE), ha afectado a grandes suministradores de piezas como SAS (salpicaderos de la Transit), Lear (asientos) o Rhenus Automotive. También está afectando a los proveedores del segundo y tercer nivel de la cadena de producción automotriz, en su mayoría pymes.
En palabras de Argente, «es un duro golpe para las empresas proveedoras esa indefinición de los dirigentes de Ford». Sin embargo, el líder sindical reconoce que estas empresas han comenzado a implementar procesos de diversificación en busca de nuevos clientes dentro y fuera de la industria automotriz y sus componentes. La pérdida de modelos de Ford Almussafes ha golpeado duramente a empresas valencianas como Industrias Alegre, que recientemente anunció un ERE para el 10% de su plantilla de aproximadamente 350 trabajadores.
Las centrales sindicales mayoritarias temen una posible pérdida de empleo, especialmente eventual, en el sector de automoción. En 2022 y 2023, el mercado laboral ha disminuido en alrededor de 3.000 puestos de trabajo.
Según Argente, «la pérdida de la furgoneta Transit afectará a más empresas de la automoción valenciana». Con esto en mente, el líder de UGT aboga por negociar las mejores condiciones en caso de que los trabajadores, ya sean fijos o eventuales, deban abandonar las plantillas de las empresas. Argente lamenta que este panorama contraste con la mayor carga de trabajo de otros fabricantes con plantas en España, como Volskwagen, Mercedes o Stellantis.
Después de una reciente reunión del comité de empresa de Ford Almussafes con la dirección de Ford en Colonia, aún no se conocen los detalles concretos del nuevo automóvil que se fabricará en la planta valenciana. Esto ha llevado a UGT a solicitar dos meses más de ERTE, ya que el actual expira el 19 de abril.
El retraso en la adjudicación de modelos a Ford Almussafes ha creado inseguridad entre los proveedores. Francisco Segura, presidente del clúster de la automoción AVIA, ha reconocido que un gran retraso en la adjudicación del nuevo modelo podría traer problemas significativos para el sector y dificultar el mantenimiento del empleo y la recuperación de la pérdida de negocio en los últimos años. Sin mencionar nuevos ERE, Segura reconoce que dicho retraso requeriría la adopción de medidas que involucren a las diferentes administraciones, tanto autonómicas como estatales, para garantizar la continuidad de las empresas valencianas.