El reciente encuentro de fútbol entre el Sevilla y el Granada ha dejado huellas profundas en la historia del juego, marcando la permanencia matemática de algunos jugadores y destacando el rendimiento de otros. De particular interés es el doble pivote formado por Soumaré y Agoumé, una dupla que ha demostrado ser de vital importancia en el terreno de juego y que ha recibido elogios y reconocimiento por su actuación.
Este doble pivote se construyó por necesidad, debido a una serie de lesiones que afectaron a varios jugadores en esta posición. Entre los jugadores lesionados se encuentran Sow, Gudelj y Óliver Torres, quienes suelen tener un lugar destacado en el equipo del técnico madrileño. A raíz de estas bajas, el entrenador Quique Sánchez Flores optó por recurrir a esta dupla francesa, cuya principal fortaleza radica en su excelente forma física.
Soumaré ha sido un jugador esencial en la medular, especialmente tras la salida de Rakitic y Fernando en el último mercado de invierno. Su pareja en el eje ha cambiado (Sow o Gudelj), pero es ahora con Agoumé y el cambio de esquema de Quique cuando ambos pivotes han brillado más. «Quiero que se suelten», es la frase con la que el entrenador del Sevilla resume estos últimos encuentros. Quique busca construir para seguir adelante, y durante el partido contra el Granada, se pudo ver un Sevilla más dinámico y exuberante.
El juego se sustentó en gran medida por su medular, con un Soumaré más posicional, cerca de la defensa, y un Agoumé que cubría más terreno y presionaba en campo rival. Una de las claves para el éxito de este doble pivote fue el entendimiento entre los dos jugadores franceses durante la salida del balón, una conexión que permitió cubrir de manera efectiva la zona para proteger a los laterales y darles más libertad para atacar.
Agoumé también tuvo un papel destacado en el partido, firmando su mejor actuación con la camiseta del Sevilla. Fue vital para conectar el juego con Lamela y realizar ataques rápidos. Pero no solo Agoumé brilló en el aspecto ofensivo, Soumaré también tuvo un papel importante en el inicio de la jugada del gol de En-Nesyri y supo liberarse para crear peligro. En defensa, ambos jugadores estuvieron muy atentos, dando cobertura a los centrales cuando la jugada lo requería.
En resumen, el partido entre el Sevilla y el Granada no solo marcó la permanencia matemática de algunos jugadores, sino que también destacó la actuación de la dupla francesa formada por Soumaré y Agoumé. Su presencia en el terreno de juego, así como su rendimiento y cooperación, fueron aspectos clave para el resultado del partido y su influencia se espera que se mantenga en los próximos encuentros.