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Las esperanzas de costes de venta superiores, singularmente para los servicios, proponen que esta alarma de inflación «está lejos de finalizar». En verdad, en la región euro, la inflación subyacente «que se pega» podría proseguir siendo una preocupación para el Banco Central Europeo (BCE) a lo largo de cierto tiempo. Es lo que creen los especialistas de Danske Bank.

Como se enseña en un informe elaborado por la entidad alemana, la alta inflación de los servicios todavía es una preocupación para los bancos centrales. Por este motivo, aguardan que el BCE como la Fed reaccionen continuando con las subidas de géneros de interés en las asambleas de primavera. Hay que rememorar que el organismo europeo ahora adelantó en su último acercamiento que de este modo va a ser.

Y sucede que los impulsores de los costes siguen exponiendo un panorama mixto, «pero probablemente la inflación reduzca en 2023 en EEUU y la región euro».

«Las presiones sobre los costos de los alimentos y las tarifas de transporte han disminuido precisamente, exactamente la misma los costos de la energía y la electricidad en Europa. Los mercados laborales prosiguen ajustados, pero las presiones salariales enseñaron señales tentativas de relajación», agregan.

En lo que se refiere a la eurozona, en Danske Bank estiman que muchas compañías volvieron a explotar el cambio de año para cambiar los costes, ya que, a pesar de que la inflación general prosiguió reduciendo por tercer mes, hasta el 8,5% en el primer mes del año, la inflación subyacente registró otro máximo histórico, del 5,2%.

Algo afín sucede en EEUU. Allí, los últimos datos sugirieron que las presiones de costos latentes se sostuvieron altas. «Los indicadores macro adelantados mucho más positivos y los superiores índices de costos del PMI hacen meditar que las compañías aún tienen la posibilidad de traspasar los altos costos de los insumos a los costos al cliente«, dicen.

Por Daniel