La moderación de precios de alimentos y la bajada de carburantes contribuyen a la menor inflación en dos años y medio
En un clima economicamente desafiante, las recientes cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE) de España han proporcionado una cierta tranquilidad. En junio, la subida del precio de los alimentos se moderó a un descenso de dos décimas respecto a mayo, situándose en el 4,2%, la menor en dos años y medio. Asimismo, se registró una bajada de los precios de los carburantes, lo que contribuyó a la disminución de la inflación general, que bajó dos décimas con respecto a mayo, hasta al 3,4%.
El INE también señaló que la inflación subyacente se mantuvo estable, excluyendo los elementos volátiles como los alimentos no elaborados y la energía. Conforme a fuentes del Gobierno, estos datos reflejan la capacidad de la economía española de compatibilizar el mayor crecimiento económico entre los principales países de la zona euro con una moderación de los precios, al tiempo que se mantienen medidas para seguir reduciendo los precios de los alimentos.
El índice de precios de consumo (IPC) registró un alza del 0,4% con respecto a mayo. Este incremento fue atribuido principalmente al descenso de los precios de aceites y grasas, en comparación con la subida en junio del año anterior.
Influencia de la prórroga del decreto anticrisis y los precios de los carburantes
En una evaluación más detallada, los grupos de productos y servicios que más repercutieron en la subida de junio fueron ocio y cultura, vivienda y hoteles, cafés y restaurantes. Los paquetes turísticos y la subida de los precios de los servicios de alojamiento y la restauración tuvieron un papel importante en esta variación.
Además, el Gobierno anunció a finales de mes la prórroga del decreto anticrisis que elimina el IVA en los alimentos básicos, incluyendo ahora el aceite de oliva. Este producto, al igual que el pan, los huevos, la leche, las frutas y las verduras, estará exento del IVA hasta septiembre.
Por otro lado, el Ejecutivo destacó la bajada de los precios de los carburantes, que se habían estado incrementando durante los últimos meses. Esta reducción contrasta con el precio de la electricidad, que en junio se situó en torno a los 54 euros el megawatio a la hora (Mwh), por encima de lo registrado en el mismo mes del año anterior.
Con la reducción del IPC en junio se modera el nivel general de precios tras tres meses consecutivos de aumentos, relacionados con la subida de los combustibles y la electricidad. Esta escalada de precios, provocada por la guerra de Ucrania, llevó al Banco Central Europeo (BCE) a una abrupta escalada de los tipos de interés, alcanzando el 4,50% en septiembre del año pasado.
Finalmente, en junio, el BCE optó por aplicar la primera bajada del precio del dinero en 8 años, con un recorte hasta el 4,25%. Esta decisión, y las futuras potenciales bajadas de los tipos, están estrechamente vinculadas a la continuada moderación de la inflación, cuyo objetivo es situarse en torno al 2%.