Resiliencia económica en España a pesar de la incertidumbre política
La economía española ha demostrado una notable resiliencia en los últimos meses, a pesar de enfrentarse a un riesgo notable derivado de la incertidumbre política que se ha intensificado recientemente. Según Almudena Benedit, responsable de gestión de carteras de Julius Baer para Iberia, el panorama político polarizado en España, reflejado en eventos como la casi renuncia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, representa un desafío para las agendas de flexibilización fiscal y reducción de la deuda.
A pesar de esta situación política, la economía española ha mantenido su resiliencia, destacando por su deuda sostenible, balances privados sólidos y el apoyo de los fondos de la UE para el crecimiento de la inversión privada. Sin embargo, persisten desafíos como los niveles de desempleo altos y la incertidumbre política que limitan su potencial de crecimiento.
En el ámbito económico, España ha experimentado un significativo crecimiento económico en comparación con otros países de la UE, aunque se observa una desaceleración en el gasto de los hogares. A pesar de un fortalecimiento del PIB en los primeros trimestres del año, el consumo interno de los hogares se debilita debido a la desaceleración en el crecimiento de los salarios, mientras que las inversiones muestran signos de recuperación.
Por otro lado, la balanza comercial de España ha mejorado, con un aumento en las exportaciones que superan el ritmo de las importaciones. A pesar de estos avances, se espera una desaceleración en el crecimiento del PIB real para los próximos años, influenciado por factores como los aumentos de los tipos de interés que afectan la demanda interna.
Una de las principales preocupaciones del Gobierno español es mejorar el déficit fiscal, que se situó en el 3,6% del PIB en el pasado año. Con la implementación de reformas económicas y medidas como la ampliación del tipo cero del IVA sobre alimentos básicos, se espera una reducción del déficit fiscal al 3,1% del PIB en 2024, lo que contribuirá a una disminución gradual de la deuda pública.
En cuanto a la inflación, se prevé una moderación en los precios a lo largo del año, con una expectativa de un promedio anual del 3% en 2024. A pesar de las condiciones monetarias restrictivas, se espera una continuidad en la reducción de la inflación, en línea con las proyecciones previstas.
En conclusión, la economía española enfrenta desafíos políticos y económicos que requieren una gestión cuidadosa por parte de las autoridades. La resiliencia demostrada hasta ahora ofrece un punto de partida sólido para abordar estos desafíos y mantener un crecimiento sostenible en el futuro.
¿Cómo afectará la incertidumbre política en España al crecimiento económico a largo plazo? ¿Qué medidas adicionales podrían tomarse para fortalecer la economía ante estos desafíos?