Sobrepasar a la inflación para eludir que las inversiones pierdan valor puede parecer difícil, pero no es así tanto si se conoce por qué razón activos apostar. En un largo plazo es simple lograrlo, es suficiente con invertir en un índice como el MSCI World. No obstante, si el perfil del inversor es conservador, le va a ser difícil reposar relajado. De ahí que desde Nextep Finance han elaborado una guía con tres ideas que dejarán a los inversores menos peligrosos sostener el valor de su dinero sin enormes sustos.
¿Qué puede llevar a cabo un inversor con determinada aversión al peligro para batir a la inflación y reposar relajado? ¿Es viable batir a la inflación para este género de concretes? Según Víctor Alvargonzález, directivo de estrategia y colega principal creador de la firma de consejos sin dependencia, la contestación es sí. «El misterio para hallar una rentabilidad correcta para un óptimo inversor está en comprender combinar bien los elementos de su cartera«, dice en una nota.
Este especialista afirma que para un inversor conservador la fórmula comienza por «hacer una base sólida, unos cimientos equilibrados que le aseguren no perder jamás, pues en eso radica reposar relajado». Y para esto, en su cartera no tienen que faltar tres elementos, basados en la fórmula del 80-20.
«Crear una cartera conservadora que bata a la inflación es un juego de matices con una fórmula simple y eficaz«, afirma Alvargonzález. «La base es un 80% que no ha perdido jamás, un 10% que pierde dinero esporádicamente y un 10% que puede llevarlo a cabo, pero no que comunmente no lo va a hacer», apunta.
1. Un 80% de «base sólida»
Según el estratega, ese 20% va a tener poca incidencia en los pésimos instantes y su rentabilidad agregada «se apreciará en los buenos instantes», al tiempo que para hacer esa «base sólida» que va a suponer un 80% de la cartera se usarán hasta 2 de los próximos modelos:
-Letras del Tesoro a 6 meses.
-Letras del Tesoro a 1 año.
-Fondos monetarios, que «son todavía mejores pues invierten en deuda de otros países, con exactamente la misma garantía, pero con mayor rentabilidad, como la italiana». Y, es que, a fin de cuentas, tanto la deuda de españa como la italiana «son seguras merced al respaldo de Alemania». Además de esto, tienen la posibilidad de integrar pagarés de compañías.
-Fondos monetarios gestionados que «hacen lo mismo que un banco para su dinero en un corto plazo».
«Esa combinación ahora puede prestar una rentabilidad agregada del 1% en frente de las Letras del Tesoro nacionales y hallar en el ambiente de hoy un 3% de rentabilidad. «La selección de modelos es primordial», precisa Alvargonzález, que resalta que en un ambiente de tipos como el presente, en el que se calcula que el Banco Central Europeo (BCE) proseguirá subiendo el valor del dinero, «no va a tener bastante sentido obtener letras a 1 año», sino «va a ser mejor invertir en letras a 3 meses». Va a haber que aguardar a que las clases estén en su máximo o a puntito de alcanzarlo para girar hacia las letras a 1 año.
2. Un 10% permanente con potencial de desarrollo
Según el especialista de Nextep Finance, el próximo 10% «aportará algo mucho más de potencial de desarrollo, pero proseguirá siendo muy permanente». Para esta una parte de la cartera los inversores van a deber regresar a escoger hasta 2 modelos de entre los próximos:
-Deuda pública en un medio plazo, como un bono a 2 años que en este preciso momento da una rentabilidad neta en torno al 3,4%. «La diferencia con otras alternativas como los modelos bancarios a vencimiento es que aquí vamos a tener liquidez día tras día», dice Alvargonzález.
-Fondos de renta fija en un medio plazo.
-Fondos de renta fija en un largo plazo.
-Fondos de renta fija gestionados.
En un caso así la selección de artículos y el ‘timing’ asimismo «es clave». «El más destacable ejemplo son los inversores que hace unos pocos meses contrataron un producto bancario al 2% y en este momento ven que el bono está al 3,4%», apunta el estratega. «No es exactamente lo mismo un bono europeo de largo período hace un par de meses que uno de en unos meses, en el momento en que la rentabilidad puede ser el doble» enseña.
Bajo su criterio, la manera de seleccionar entre los distintos plazos de la inversión es exactamente la misma que en la situacion previo. Por el hecho de que si pensamos que el BCE proseguirá subiendo las clases, va a haber que decantarse por fondos de corto y medio período. Sin embargo, en el momento en que se vea que el banco central comienza a frenar y que los bonos en un largo plazo y su rentabilidad no proseguirá subiendo va a ser en el momento en que haya que apostar por ellos.
3. Otro 10% «picante»
Según Alvargonzález, el último 10% de la cartera es para la «parte mucho más picante, la que mucho más rentabilidad ha de ser con la capacidad de agregar». Las opciones en este punto son:
-Fondos indizados para «quienes no desean adversidades y procuran ingresar en mercados que han caído bastante y son atractivos».
-Fondos de renta variable de administración activa, que «tienen la posibilidad de ofrecer enormes desenlaces».
-Fondos de renta variable centrados en el dividendo.
-Fondos long-short que tienen la posibilidad de ponerse cortos y largos según sea aconsejable.
Al fin y al cabo, dice el especialista de Nextep Finance, «fondos de renta variable relajados, con una volatilidad dominada» pues el propósito es rentabilidad sin perder el sueño.
«Con esta fórmula profesora, cada inversor va a poder amoldar la cartera a sus pretensiones, desde quien tiene cero tolerancia al peligro hasta quien admite poner en riesgo un tanto mucho más en lugar de hallar una mayor rentabilidad», concluye. Y va a poder, que es lo verdaderamente esencial, batir a la inflación.