Greenpeace quiere prohibir nuevos regadíos industriales

Greenpeace insta a reformar la gestión de agua en España

Greenpeace España ha lanzado una campaña para cambiar la gestión del agua en el país. La organización defensora del medio ambiente ha hecho un llamado a las autoridades para que reduzcan la superficie de regadío intensivo e industrial y detengan la ganadería intensiva, como parte de sus esfuerzos para encaminar la mala gestión del agua. La organización también ha pedido una prohibición de proyectos que demanden gran cantidad de agua, y una mejora en el control del uso ilegal de agua, cerrando los pozos ilegales.

La organización ha instado al gobierno a desestimar la construcción de más infraestructuras, como parte de su campaña para combatir los «bulos del agua», o falsas creencias sobre la gestión del agua. De acuerdo con Greenpeace, estas falsas creencias son un obstáculo para la correcta gestión del agua en el país.

Además, Greenpeace ha exigido la creación de una ruta de transición hacia la agroecología, y la institución de perímetros de protección en todas las áreas de captación de agua. La organización también ha pedido un aumento en el presupuesto destinado a la gestión forestal y una priorización de alimentos de origen vegetal, ecológicos, locales y de temporada.

La necesidad de un cambio de modelo

Julio Barea, responsable de Agua de Greenpeace España, ha reiterado la necesidad de un cambio en el modelo agroalimentario de España. Asegura que es imprescindible una reducción del regadío intensivo e industrial, y que las políticas públicas deben estar enfocadas en el ahorro, la prevención de la contaminación y la mejora de los sistemas de depuración.

Greenpeace también ha refutado algunas de las falsas creencias más comunes sobre la gestión del agua. La organización ha negado que las lluvias torrenciales sean una solución a la sequía, explicando que los suelos afectados por la sequía pierden su capacidad para filtrar grandes cantidades de agua en poco tiempo. Este fenómeno, conocido como hidrofobia, puede resultar en la pérdida de suelo fértil a través de la escorrentía.

En contra de la creencia común, Greenpeace sostiene que el agua que fluye por los ríos hacia el mar no se pierde, sino que forma parte de un ciclo vital esencial. Este ciclo permite que los caudales de las aguas subterráneas y las capas freáticas del suelo se alimenten del agua de los ríos.

Soluciones a la escasez de agua

Respecto a las soluciones a la escasez de agua, Greenpeace ha enfatizado que la desalación conlleva un alto coste económico y energético. Además, la gestión de los residuos de este proceso, como la salmuera, puede ser muy contaminante y tener un impacto negativo en la costa.

Por último, Greenpeace ha calificado como «irrisorias» medidas como la restricción al uso del agua por parte de la población y el «sacrificio» de espacios verdes, especialmente si se mantiene el uso de agua para regadío industrial y se despilfarra en infraestructuras altamente demandantes de agua, como los campos de golf.

Con estas declaraciones, Greenpeace pone de manifiesto la necesidad de un cambio en la gestión del agua en España. Sin duda, es un tema que requiere un abordaje serio y comprometido por parte de las autoridades. ¿Podrán tomar las medidas necesarias para garantizar una gestión del agua más sostenible y respetuosa con el medio ambiente?