Glass Lewis insta a los accionistas de BBVA a apoyar la opa a Banc Sabadell, a pesar de la complejidad del proceso
Los accionistas de BBVA han sido instados a respaldar la oferta pública de adquisición (OPA) del Banc de Sabadell por parte de uno de los principales asesores de voto de los inversores institucionales, el ‘proxy’ Glass Lewis. Aunque admite que el proceso de integración es un “embrollo único”, Glass Lewis considera que la expansión de capital del banco para la opa es un movimiento estratégicamente sólido.
Este consejo se suma al de otro asesor de voto de peso, el ISS, que también ha reconocido las «incertidumbres» que enfrenta la operación. Ambos asesores emitieron su opinión basándose en los números presentados por BBVA y argumentan que la propuesta es un proyecto «estratégicamente coherente» que permitirá a BBVA acercarse a la posición del Santander en España.
Además, consideran que no habrá una dilución superior, incluso si el banco decide mejorar su oferta. Sin embargo, reconocen que una oferta hostil, como la que el consejo de administración del Sabadell se opuso, es algo poco común en España y afronta adicionalmente «incertidumbres regulatorias» que penalizan la cotización de BBVA.
El favor de los asesores de voto y la balanza de la operación
El grupo presidido por Carlos Torres ha obtenido el favor de dos de los principales asesores de voto, que aconsejan a los accionistas institucionales sobre cómo proceder en las juntas. Muchos de los grandes fondos son accionistas de ambas entidades. Estos podrían inclinar la balanza a favor de la operación, pero Sabadell tiene alrededor del 48% en manos de minoritarios y casi un 79% de estos están muy ligados al banco por ser clientes o trabajadores y antiguos empleados.
BBVA celebrará el próximo 5 de julio una junta de accionistas en la que solicitará autorización para ampliar su capital en hasta un 19,5%. El aval de los accionistas es imprescindible para lanzar la opa, junto a la autorización del Banco Central Europeo (BCE) y de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Glass Lewis ha calificado la operación como un «embrollo» debido a su formulación tras el rechazo del consejo de administración de Sabadell. Este considera que la oferta infravaloraba «significativamente» al banco, «sobrestimaba los ahorros de costos prospectivos» y subestimaba el impacto adverso de la combinación en la posición de capital de la entidad fusionada. A esto se añade que el ministerio de Economía, que tiene la última palabra en la parte en la que BBVA tiene que pedir el visto bueno para una fusión, se ha mostrado en repetidas ocasiones contrario a la integración de ambas entidades por motivos de reducción de la competencia en determinados territorios como Cataluña o la Comunidad Valenciana.
El presidente de BBVA, Carlos Torres, aseguró el lunes, por primera vez en público, que un posible veto del Gobierno no les haría desistir de la compra de su rival. «Nuestras estimaciones son que podríamos optimizar en gran medida los ahorros en gastos generales y gastos de tecnología (750 millones con la fusión) y, por tanto, la operación tendría un enorme atractivo incluso en ese escenario, que vemos como mucho menos probable», dijo.