Louise Dudley, gestora de carteras de renta variable global en la gestora Federated Hermes Limited, dice que «las recientes novedades macroeconómicas no han provocado los efectos de extrema volatilidad en los mercados de renta variable que vimos en los 2 últimos trimestres».
«Esto nos transporta a opinar que los inversores están al final persuadidos de que la inflación ha tocado techo. No obstante, lo que se infravalora es el encontronazo que estos costes altos continuados van a suponer para las compañías. Aquellas que no logren tener repercusión estas subidas de costos proseguirán observando desgastados sus márgenes», añade esta especialista.
«Tanto en el Reino Unido como en EEUU persisten las tensiones en los mercados laborales, lo que prosigue impulsando los sueldos. Esto ayuda a sostener los costes en una despacio trayectoria ascendiente que las compañías no tienen la capacidad de compensar con la caída de los costos de la energía y la reducción de las inversiones», considera Dudley.
A su parecer, «los últimos desenlaces cada tres meses de provecho fueron dispares y las respuestas de los costes fueron de forma frecuente contrarias a la dirección de los desenlaces. Las reacciones fueron mucho más moderadas que en trimestres precedentes, tras tres trimestres en los que la dirección de las compañías ha señalado los inconvenientes de desarrollo debidos a la ralentización mundial a consecuencia de la subida de las clases de interés».
Según su análisis, «lo mucho más atrayente se ha producido en el espacio tecnológico, donde la rivalidad por el próximo tramo de desarrollo está incrementando con las considerables compañías que están haciendo esenciales inversiones y adelantos en IA (inteligencia artificial) y buscas. Hasta entonces, proseguimos observando un mayor impulso en el repunte del value y estos valores de growth proseguirán peleando conforme las compañías reduzcan sus inversiones en tecnología».