La historia de Esther González es una en la que la perseverancia y el coraje se unen para cambiar el rumbo de una carrera. A 5.765 kilómetros de su hogar, en el Gotham FC de Nueva York, Esther encontró no solo la sonrisa, sino también la confianza que había perdido. De hecho, ella fue una de las primeras que decidió marcharse a Estados Unidos para vivir el sueño americano.
El inicio de 2023 fue un período de incertidumbre para González. A pesar de ser una de las futbolistas más determinantes del Real Madrid, el equipo blanco no mostró interés en renovar su contrato, que expiraría en seis meses. Esto llevó a Esther y a su representante a buscar opciones en otras ligas. Pronto llegaron cuatro ofertas, dos de Estados Unidos y dos de Inglaterra. Sin embargo, para Esther la decisión fue clara: quería cruzar el charco.
A pesar de haber tomado la decisión, los desafíos no se hicieron esperar. Después de terminar la temporada, tuvo poco más de una semana para concentrarse con la selección para el Mundial. No había tiempo para ir a Nueva York para finalizar los trámites y hacer el anuncio. En medio del ajetreo, el Gotham le envió la equipación y artículos de merchandising para poder hacer el vídeo de presentación antes de marcharse al Mundial.
La llegada de González al Gotham FC no fue un camino de rosas. A pesar de tener poco tiempo para adaptarse, estaba decidida a dar lo mejor de sí en los dos últimos meses de la liga. Y así lo hizo. El Gotham superó los playoffs y se plantó en la final. Esther se convirtió en la primera jugadora europea en anotar en una final de la liga norteamericana marcando el tanto de la victoria.
Mientras tanto, González viajaba de vuelta a España para formar parte de la selección en las rondas previas de la Nations League. Aunque no pudo estar en la plantilla que levantó el trofeo, su contribución en las primeras etapas no pasó desapercibida. Después de un merecido descanso en enero y febrero, se reincorporó a la selección para ayudar en su camino hacia la Eurocopa del próximo verano.
En la actualidad, González se prepara para el partido de este viernes contra Bélgica, con una sonrisa de oreja a oreja y la paz que ha encontrado en su nueva vida en Nueva York. Su viaje al sueño americano ha sido una mezcla de desafíos y éxitos, y a través de todo ello, ha demostrado un nivel de profesionalismo y determinación que le ha permitido revitalizar su carrera.
En conclusión, la historia de Esther González es un testimonio de que a veces, es necesario tomar riesgos y salir de la zona de confort para alcanzar nuevas alturas. A través de su valentía y persistencia, ha encontrado la felicidad, la profesionalidad y una segunda juventud en su carrera, y parece que aún le queda cuerda para rato.