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Reducción de Consumo de Electricidad de Urgencia: Un Análisis de la Estrategia Española

En un intento por equilibrar la demanda y la oferta de electricidad en la nación, la Red Eléctrica de España (REE) ha activado una vez más el sistema de reducción de consumo de electricidad de urgencia. La medida, que requiere que grandes fábricas industriales detengan su operación, tiene como objetivo recortar rápidamente el consumo de electricidad a nivel nacional, asegurando así que no haya desajustes debido a una insuficiencia de producción eléctrica para cubrir todas las demandas.

La REE lanzó esta orden a las plantas industriales a las 22.01 horas, y la medida continuó durante tres horas. Esta es la tercera vez que España ha tenido que activar su nuevo sistema de respuesta activa de la demanda, una implementación que se ha utilizado anteriormente en la noche del 4 de septiembre del año pasado y más recientemente el 22 de mayo de este año.

Este mecanismo fue aprobado durante una crisis energética por el Gobierno como parte del Plan +Seguridad Energética. Su objetivo principal es reducir rápidamente los altos consumos de electricidad, especialmente de la gran industria, para evitar desviaciones graves en el funcionamiento del sistema eléctrico. Sin embargo, es importante destacar, como señalan las fuentes oficiales de la REE, que en ningún momento hubo riesgo de apagón.

Una visión en profundidad del sistema de respuesta activa de la demanda

El sistema de respuesta activa de la demanda fue utilizado por primera vez durante la crisis energética para reducir el consumo de electricidad de urgencia en caso de desajustes graves entre la producción de electricidad y la demanda requerida en todo el país. Este nuevo mecanismo de protección del sistema eléctrico sustituyó al antiguo servicio de interrumpibilidad que funcionó durante más de una década con un coste significativo, permitiendo la parada forzosa obligatoria de fábricas industriales para recortar el consumo de electricidad.

En diciembre pasado, la Red Eléctrica organizó una subasta en busca de factorías industriales o compañías energéticas dispuestas a parar si es necesario durante 2024 en caso de emergencia. El resultado fue que casi una veintena de grandes consumidores percibirán este año una retribución fija de casi 143 millones de euros, un 52% más que el año anterior, a los que se añadirán pagos puntuales cada vez que sean obligadas a dejar de funcionar.

El parón de actividad obligatorio utilizó el máximo permitido por el sistema de gestión de la demanda para este año, forzando la detención de los 609 megavatios (MW) de potencia de grandes industrias que participan voluntariamente en este mecanismo. Esto resultó en un ahorro de casi 1.816 megavatios hora (MWh) de consumo eléctrico, según los datos del Sistema de Información del Operador del Sistema Eléctrico (Esios).

Además, el sistema de respuesta activa de la demanda está diseñado para ser aplicado solo en momentos específicos para asegurar la continuidad del suministro en situaciones de escasez de energía en servicios concretos de ajuste del mercado eléctrico. Las paradas de las fábricas solo pueden tener una duración máxima de tres horas al día por cada compañía adjudicataria del servicio y se debe hacer un preaviso a las empresas con al menos 15 minutos.

El actual servicio de respuesta activa de la demanda vino a sustituir al antiguo programa de interrumpibilidad que estuvo vigente en España durante más de una década. El nuevo sistema busca evitar desequilibrios entre generación y demanda en el conjunto de España integrándose en los propios servicios de ajuste del sistema, mientras que la anterior interrumpibilidad era un escudo para situaciones de seguridad de carácter local tanto por falta de suministro o por grandes subidas del precio de la electricidad.

En el primer año de vigencia del nuevo sistema, el coste fue de poco más de 94 millones y se utilizó en una ocasión, y este año costará en principio 143 millones y de momento se ha utilizado dos veces. En comparación, el servicio de interrumpibilidad tuvo un coste que se cargó en los recibos de la luz de un total de 5.258 millones de euros durante los doce años en que funcionó.

En los últimos dos años en que estuvo vigente, una reforma legal impulsada por el Gobierno de Mariano Rajoy facilitó la activación del sistema por motivos económicos, para evitar fuertes subidas del mercado eléctrico por desajustes entre oferta y demanda. En 2018, la interrumpibilidad se activó en 50 ocasiones, y en 2019 solo funcionó tres veces.

Por Daniel