Lamine Yamal y Nico Williams bailan en el duelo frente a Georgia.

España avanza con aplomo a cuartos de final superando a Georgia

En la arena del fútbol, una enérgica España se enfrentó a Georgia en una batalla de cuartos de final que demostró la jerarquía y personalidad de la selección española. A pesar de un comienzo agitado, La Roja se mantuvo firme para sellar una victoria contundente en un partido que exigió perseverancia y aplomo.

El joven prodigio del Barcelona, Lamine Yamal, fue una verdadera amenaza para la defensa de Georgia. A pesar de que no logró marcar un gol, su habilidad y presencia en el campo fueron fundamentales en el segundo periodo, cuando España desmanteló a su rival con Lamine como protagonista. Con esta victoria, España ya tiene su próximo enfrentamiento programado contra Alemania este viernes en Stuttgart.

Contra el muro defensivo de Georgia, el partido requería temple y resistencia. España se encontró frente a un rival dispuesto a luchar hasta el final, con un fuerte componente de supervivencia en su juego. Para los georgianos, el balón era un mero instrumento, mientras que para los españoles, especialmente para los jugadores como Nico y Lamine, era la clave de su estrategia.

Le Normand marca en propia meta

Después de un remate de Pedri, el defensor del Real Madrid casi consigue marcar un gol en un córner. Sin embargo, Mamardashvili, el portero de Georgia, logró desviar el cabezazo. Georgia sólo tuvo una oportunidad de gol cuando Kvaratskhelia logró un buen pase a Kakabadze, cuyo centro rebotó en Le Normand y terminó en un gol en propia meta para España.

Tras el gol de Georgia, España sintió el golpe. Se produjo un desconcierto general y la selección española pareció colapsar, perdiendo el control del balón. Pero a pesar de estas dificultades, España logró recuperar el control del juego.

La recuperación de España

Un intento de gol de Cucurella despertó a la Roja. En medio de la feroz defensa georgiana, Rodri logró empatar el partido con un potente zurdazo. Este gol fue un alivio para España, que estaba luchando contra un rival agresivo y tenaz.

En la segunda mitad, España encontró en Lamine su salvador. Con su descaro juvenil, el jugador del Barcelona fue el encargado de añadir intensidad al partido. Su disparo fue bloqueado por Mamardashvili, pero poco después asistió a Fabián, que cabeceó el 2-1, dándole la ventaja a España.

El despliegue de España

Con la ventaja en el marcador, España comenzó a controlar mejor el juego, con Fabián y Rodri controlando el centro del campo. Lamine tuvo una oportunidad de ampliar la ventaja, pero su disparo se fue por poco. No obstante, Nico logró marcar un gran gol que puso a España en una posición de control total del partido.

Con el marcador 3-1 a favor, el entrenador De la Fuente decidió hacer cambios para evitar cualquier posible revés antes del crucial encuentro con Alemania. La selección española, liderada por Lamine, cerró el partido con un gol final de Dani Olmo. Así, una meritoria España logró superar un pequeño susto inicial para acabar sellando una victoria rotunda.