La firma Baldocer ha sido la única objeto de un proceso de venta por parte de un grupo extranjero en los últimos años.

El sector de la cerámica en Castellón ha experimentado una serie de cambios significativos durante la última década, caracterizados por una creciente concentración empresarial. Este proceso ha estado marcado por la compra de unos grupos por otros, el interés de compañías de capital extranjero y la adquisición de importantes marcas por parte de fondos de inversión. Sin embargo, este proceso se vio interrumpido hace un par de años, principalmente debido a la incertidumbre causada por el aumento de los costes energéticos y la inestabilidad política internacional tras el estallido de la guerra en Ucrania.

A pesar de este freno temporal, las perspectivas para el sector azulejero en 2024 son optimistas, con expectativas de estabilización y ligeras subidas de la actividad. Este entorno parece propiciar el resurgimiento de nuevas operaciones de concentración empresarial.

Según un informe de la consultora Deloitte, existe un «interés creciente en la adquisición de compañías españolas de tamaño relevante». Gerardo Yagüe, socio director de Deloitte en la Comunitat, y Iván Cubel, de la misma firma, coinciden en que el 2023 fue un año marcado por la incertidumbre derivada de las presiones inflacionistas y la evolución de los tipos de interés. Estos factores han frenado de forma significativa las operaciones corporativas, no solo en el sector cerámico, sino a nivel generalizado. Sin embargo, con la normalización de la inflación y los tipos de interés, las valoraciones entre compradores y vendedores se están reajustando y las operaciones que habían quedado detenidas se están reanudando.

La gran excepción a este parón fue el movimiento del grupo mexicano Lamosa, que adquirió Baldocer por un mínimo de 425 millones de euros. Este hecho pone de manifiesto el interés de grandes grupos industriales internacionales en posicionarse en el sector azulejero español, como se ha podido observar en algunas operaciones cerradas en 2023.

De cara al 2024 y 2025, el panorama contrasta con lo sucedido en otras crisis, donde las potenciales operaciones no quedaron detenidas, sino que directamente desapareció el interés inversor.

No parece, sin embargo, que vayan a producirse salidas a bolsa en el corto plazo. «No hay experiencia previa en España, y no hay indicios de que se plantee esta alternativa a corto plazo», concluyen los expertos de Deloitte. Este tipo de operaciones requieren compañías de unas dimensiones relevantes, por lo que únicamente los principales grupos españoles estarían en posición de plantearlo.

En este sentido, aunque los principales grupos españoles son líderes a nivel mundial, han experimentado un crecimiento sostenido y han demostrado su solidez en los últimos ejercicios en un entorno marcadamente complejo. Todos estos son factores favorables que podrían facilitar la reanudación de las operaciones de concentración empresarial en el sector cerámico de Castellón.

Por Daniel