El reciente 4YFN (4 Years From Now), dentro del Mobile World Congress, ha sido un hito para el ecosistema de emprendimiento y startups, particularmente para las mujeres en este sector, que han recogido dos de los galardones más importantes. El más emblemático, el 4YFN Award, fue otorgado a la empresa catalana Qilimanjaro Quantum Tech, con Marta P. Estarellas, su consejera delegada, siendo la única mujer entre los cinco directivos o cofundadores de startups que llegaron a la final. Además, los Premios EmprendeXXI, organizados por CaixaBank y ENISA, fueron otorgados a Keybotic, una startup dirigida por Irene Gómez.
A pesar de estos logros, María Benjumea, fundadora y presidenta del congreso para emprendedores South Summit, y Rosa Rodríguez, vicepresidenta del Cercle Tecnològic, reflexionan sobre los desafíos que siguen enfrentando las mujeres en el sector tecnológico. Según el último análisis del sector por la Generalitat de Catalunya, solo un 20,8% de las 2.100 startups en Catalunya tienen una mujer en su equipo fundador, un porcentaje que apenas ha cambiado en los últimos años.
Un informe reciente del South Summit y la IE University reveló que solo el 9% de las empresas emergentes de base tecnológica en esta región son impulsadas exclusivamente por mujeres. A nivel nacional, la tasa es aún menor, con solo el 8%.
En cuanto a los sectores en los que estas mujeres emprendedoras se ven más presentes, el informe destaca la salud, la educación, la sostenibilidad, el impacto social y las tecnologías agrarias. Catalunya, en particular, ha visto un aumento en la concentración de startups en el sector de la salud, que también captó la mayor inversión en 2023.
Helena Torras, emprendedora e inversora en Hans(wo)men Group, un fondo austríaco que solo invierte en equipos con al menos una mujer fundadora, señala una preocupante tendencia: aunque las startups fundadas por mujeres son más rentables y tienen menos probabilidades de fracasar, apenas un poco más del 2% de la inversión total acaba en ellas.
La falta de financiación es uno de los principales obstáculos que enfrentan las mujeres emprendedoras. Torras sostiene que las mujeres suelen pedir menos dinero, lo que resulta en una falta de fondos más temprano. Benjumea está de acuerdo, añadiendo que los inversores buscan proyectos extraordinarios, independientemente del género del fundador.
La concejala de promoción económica y trabajo de l’Ajuntament de Barcelona y presidenta de Barcelona Activa, Raquel Gil, señala que el hecho de que la mayoría de los inversores sean hombres puede llevar a una falta de comprensión y conexión con las propuestas presentadas por las mujeres.
Además de la financiación, la conciliación familiar y la falta de representación femenina en el sector tecnológico también son factores que contribuyen a la brecha de género. Según Gil, el mundo no está configurado para hacer compatible el cuidado de la familia con la construcción de una startup.
Para combatir estas barreras, las líderes del sector sugieren estrategias como visibilizar más los proyectos liderados por mujeres, derribar mitos y prejuicios internos, y aumentar la ambición pública. Rodríguez aboga por campañas más intensivas en las escuelas para hacer las carreras tecnológicas más atractivas para las niñas. «La situación ha mejorado mucho a diez años vista, pero esto se tiene que consolidar y tenemos que poder ir un poco más rápido», concluye Gil.