El Gobierno virtualiza el máster para ser profesor: rebaja al 40% la presencialidad y la mayoría de las clases podrá ser 'online'

La Ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant, ha anunciado una adaptación normativa que responde a la realidad cambiante de las universidades españolas que ofrecen posgrados en formato híbrido. Esta medida llega en un momento clave para la educación superior en España, marcada por la creciente demanda de programas que combinan clases presenciales y en línea. La normativa actual había quedado obsoleta ante el avance de las tecnologías y las nuevas necesidades educativas surgidas a raíz de la pandemia de COVID-19.

Morant ha señalado que esta reforma pretende modernizar el sistema educativo y facilitar el acceso a la educación superior de calidad. En un comunicado, la ministra destacó que la nueva normativa "es un paso imprescindible para situar a nuestras universidades en la vanguardia educativa internacional".

Una respuesta a la demanda de flexibilidad

Las universidades han experimentado un aumento en la demanda de programas híbridos, que permiten a los estudiantes combinar su formación académica con otras actividades, ya sean laborales o personales. Esta flexibilidad es especialmente valorada por aquellos que buscan compatibilizar su vida profesional con la adquisición de nuevos conocimientos y competencias.

La adaptación normativa contempla varios aspectos esenciales. En primer lugar, se establecen criterios claros para la acreditación de estos programas híbridos, garantizando que cumplan con los estándares de calidad exigidos por el Ministerio de Ciencia e Innovación. Además, se implementarán mecanismos de evaluación continua para asegurar que los objetivos académicos se cumplan de manera efectiva.

Uno de los puntos más destacados de la nueva normativa es la incorporación de tecnologías avanzadas en la enseñanza. Las universidades deberán integrar **plataformas digitales** que faciliten la interacción entre estudiantes y profesores, así como el acceso a recursos educativos en línea. Este enfoque tecnológico no solo mejora la experiencia de aprendizaje, sino que también permite una mayor personalización de los programas, adaptándose a las necesidades individuales de cada estudiante.

La ministra Morant ha subrayado la importancia de **fomentar la innovación pedagógica**. «No se trata solo de trasladar las clases presenciales a un formato virtual», explicó, «sino de aprovechar las ventajas que ofrecen las nuevas tecnologías para crear una experiencia educativa más rica y dinámica».

La normativa también aborda la cuestión de la **formación continua** del profesorado. Se establecerán programas específicos para que los docentes puedan actualizar sus competencias digitales y pedagógicas, garantizando así que estén preparados para enfrentar los retos de la educación híbrida.

Otro aspecto clave es la **internacionalización** de los programas. La normativa facilitará la colaboración entre universidades españolas y extranjeras, promoviendo el intercambio de conocimientos y experiencias. Esto permitirá a los estudiantes acceder a una educación de carácter global, enriqueciendo su formación académica y profesional.

En términos económicos, la ministra ha señalado que esta adaptación normativa conllevará una serie de **inversiones** en infraestructuras tecnológicas y en la formación del profesorado. Sin embargo, ha asegurado que se trata de una inversión necesaria para garantizar la calidad de la educación superior en España.

La comunidad universitaria ha recibido la noticia con optimismo. José Carlos Gómez Villamandos, presidente de la **CRUE Universidades Españolas**, ha expresado su apoyo a la medida. «Esta normativa es un reflejo del compromiso del Gobierno con la educación superior», afirmó. «Nos permitirá adaptarnos a los nuevos tiempos y ofrecer programas que realmente respondan a las necesidades de nuestros estudiantes».

Sin embargo, también se han planteado algunos desafíos. La implementación de estos cambios requerirá un esfuerzo coordinado por parte de las universidades, que deberán **adaptar sus infraestructuras y metodologías** de enseñanza. Además, será necesario un seguimiento riguroso para garantizar que los programas híbridos mantengan los estándares de calidad establecidos.

La adaptación normativa también contempla la **creación de un marco regulador** para los exámenes y las evaluaciones en línea, un aspecto que ha generado debates en la comunidad educativa. Se busca asegurar que estas evaluaciones sean justas y equitativas, manteniendo la integridad académica.

La ministra Morant ha concluido su intervención subrayando la **importancia de esta reforma** para el futuro de la educación superior en España. «Estamos construyendo un sistema educativo más flexible, accesible y adaptado a las necesidades del siglo XXI», declaró. «Es un compromiso con nuestros estudiantes y con la sociedad en su conjunto».