El déficit presupuestario de Rusia alcanzó máximos históricos el mes pasado de diciembre, en el momento en que la brecha fiscal registró un récord de 3,9 billones de rublos (56.000 millones de dólares americanos) tras un marcado descenso de los capital en la mitad de las limitaciones a las exportaciones de petróleo y gas, según los cálculos completados por ‘Bloomberg’.
El ministro de Finanzas, Anton Siluanov, ha podido confirmar que, en términos cada un año, el déficit del país en 2022 ascendió al 2,3% de su producto interior salvaje (PIB). Asimismo ofreció unos datos preliminares que enseñaron un amento de una tercer parte del gasto de forma anual en comparación con los pronósticos precedentes a la guerra.
Estas cantidades empeoran los pronósticos precedentes, en tanto que el presidente del país, Vladimir Putin, apuntó en el mes de diciembre a un déficit de forma anual del 2% del PIB, que se iría recudiendo hasta lograr el 0,8% en 2025.
«Disponemos un presupuesto deficitario, es verdad. Pero es de cerca del 2% este año (2022). El año próximo va a ser del 1% y en 2025, menos del 1%, aguardamos que en algún sitio cerca del 0,8% del PIB«, aseguró el gobernante ruso en afirmaciones agarradas por la agencia TASS.
Las limitaciones a la adquisición de crudo y gas ruso han pesado sobre los capital del país, si bien las autoridades escapan de todo alarmismo, y estiman que van a poder hallar novedosos destinos empresariales para sus artículos. Así, Siluanov aseguró que no va a ser preciso comprobar el presupuesto pese a los mecanismos adoptados para limitar las exportaciones rusas.
«Sinceramente, no hemos inspeccionado ninguna estimación (del presupuesto federal). ¿Por qué razón? Por el hecho de que vamos a vender petróleo de todas maneras. En todo caso, ¿de qué manera cambiará el presupuesto desde esto? No cambiará en lo más mínimo. En tanto que se cumplirán las obligaciones «, ha dicho el ministro.