La administración presidida por Carlos Mazón dará su aprobación el martes al decreto de libertad de elección de centro escolar en la Comunidad Valenciana. Este nuevo reglamento educativo presenta entre sus novedades más destacadas el distrito único y una serie de poderosos incentivos sociales. El objetivo es promover la igualdad de oportunidades, eliminar las barreras geográficas y facilitar la movilidad social.
El presidente de la Generalitat Valenciana avanzó estos cambios durante su visita a Villarreal, una localidad de Castellón, donde firmó el libro de honor de la ciudad y mantuvo una reunión con el alcalde, José Benlloch. Según Mazón, la nueva normativa es un reflejo del cumplimiento de un compromiso electoral que apunta a la equidad y a la eficiencia administrativa, buscando redefinir el proceso de admisión del alumnado.
El decreto de libertad de elección de centro incluye múltiples incentivos sociales. Gracias a estos, los alumnos y sus familias podrán sumar más puntos si tienen rentas bajas, si son beneficiarios de la Renta Valenciana de Inclusión (RVI), si pertenecen a una familia numerosa o monoparental, si los padres trabajan en el centro deseado, si son deportistas de élite, entre otros factores.
«Estamos ampliando los espacios de libertad educativa dentro de nuestra cultura del esfuerzo. Los madres y los padres tendrán a partir ahora una mayor capacidad de priorizar los centros y se hará efectivo a partir del próximo curso», ha señalado Mazón.
La Conselleria de Educación, Universidades y Empleo ha renovado el proceso de admisión del alumnado para el curso 2024-2025, tanto en centros docentes públicos como privados y concertados de la Comunidad Valenciana. Esta regulación se ha consensuado con representantes de la Mesa Sectorial de Educación, la Comisión de Seguimiento del Acuerdo para la Reforma Educativa en Centros Concertados y la Mesa de madres y padres.
Con la entrada en vigor de este decreto impulsado por el Gobierno valenciano, se eliminan las restricciones geográficas impuestas por la zonificación y se permite a las familias seleccionar el centro educativo que mejor se ajuste a sus preferencias y valores. Además, se consolida el acceso telemático, la simplificación de trámites y la reducción de burocracia.
Se trata, de acuerdo con Educación, de un enfoque «innovador» en el proceso de admisión, dividido en tres fases: ordinaria, extraordinaria y continua.
Esta regulación se alinea con la nueva Ley de Libertad Educativa que, en palabras del conseller de Educación, José Antonio Rovira, busca «cambiar el modelo de imposición que llevó a cabo el anterior gobierno del Botànic por uno de promoción del valenciano».
El Gobierno de Mazón defiende que la nueva ley «promociona, fomenta e incentiva» el valenciano al otorgar titulaciones durante la trayectoria escolar. En concreto, el alumnado que obtenga una nota igual o superior a 7 en Bachillerato conseguirá el C1.
La Proposición de Ley que presentaron los grupos parlamentarios del PP y Vox en las Cortes Valencianas tiene el propósito de dejar atrás el «concepto de imposición» de la administración a libertad de elección de las familias y apuesta por un modelo equilibrado.
En paralelo, Mazón anunció la semana pasada que la Generalitat Valenciana ofrecerá educación gratuita para el alumnado de 0 a 3 años a partir del mes de septiembre, tanto en escuelas infantiles públicas como privadas, para garantizar la «libertad de elección».