La actividad económica en el campo manufacturero en USA mostró «un nuevo deterioro» en el mes de noviembre. El PMI manufacturero se situó en el último mes en 47,7 puntos, una caída desde los 50,4 registrados en el mes de octubre. La cifra del PMI manufacturero es la mucho más baja registrada desde mayo de 2020, en el momento en que se alcanzaron los 43,5 puntos, según los datos publicados por S&P Global Market.
Las compañías estadounidenses del campo enseñaron una caída en sus condiciones de desempeño que se fundamenta primordialmente en «la disminución de la producción y de nuevos pedidos». Además de esto, las condiciones de la demanda se desgastaron en el mercado de adentro y en los mercados externos, puesto que los nuevos pedidos de exportación cayeron aún mucho más.
El desarrollo del empleo se desaceleró dado a que la presión sobre la aptitud redujo y los trabajos retrasados se contrajeron poderosamente.
La parte mucho más efectiva está en las cadenas de suministro, que mejoraron por vez primera desde octubre de 2019, con las presiones de los costes ablandándose como producto de la reducción de la demanda de insumos por la parte de las compañías. El coste de estos insumos se incrementó al ritmo mucho más retardado de los 2 últimos años.
Por su lado, la seguridad empresarial se sostuvo en un nivel «históricamente moderado», debido alas intranquilidades similares con el nivel de inflación y con la aptitud adquisitiva del cliente.
Además de esto, se causó una caída de la producción en el mes de noviembre, que las compañías atribuyen a «a la enclenque demanda de los clientes del servicio y una mayor caída en el los nuevos pedidos». Los nuevos pedidos cayeron al ritmo mucho más pronunciado desde mayo de 2020, puesto que la demanda de clientes del servicio extranjeros asimismo redujo.
Las compañías manufactureras aseguraron que el encontronazo de la inflación y los mayores costes de endeudamiento dañaron la demanda de los clientes del servicio y llevaron a una reducción del gasto de nuevo en la época del cuarto período de tres meses.
«Una combinación del incremento del valor de vida, mayores géneros de interés y los crecientes miedos a la recesión llevaron a una caída en la demanda de recursos, tanto en el mercado de adentro como en el extranjero. Consecuentemente, las compañías están recortando la producción a un ritmo no visto desde la crisis financiera mundial», ha asegurado Chris Williamson, economista jefe de negocios de S&P Global.