En los eventos más recientes del fútbol español, el técnico del Arenteiro, Javi Rey, ha elogiado a su entrenador de porteros, Diego Rivas, llamándole «el mejor del Arenteiro». En un giro inesperado, Rivas, un personaje polivalente, fue reclutado de último minuto para ponerse los guantes y proteger la portería en un importante partido contra el Deportivo. El veterano portero de 37 años demostró una actuación destacada, no solo impidiendo que los balones entraran en su marco, sino también convirtiéndose en protagonista del gol de empate del conjunto de Carballiño, durante el tiempo de prolongación.
Rivas, retirado la pasada temporada después de defender al Racing de Ferrol, tuvo que volver a vestirse de corto en un giro rocambolesco de los eventos. El guardameta habitual, Diego García, sufrió una lesión grave en el tendón de Aquiles, dejando a Manu Figueroa, tercer portero de la plantilla, también en el dique seco. La única opción que le quedaba a Javi Rey era recurrir a Pablo Brea, un jugador cedido el verano pasado desde el Deportivo.
Para poder contar con Brea, el club de Carballiño tendría que haber satisfecho la cláusula del miedo que figura en el contrato de cesión, una posibilidad que fue descartada por la entidad presidida por Argimiro Mardones por razones económicas.
Ante la imposibilidad de fichar a un portero de urgencia, el Arenteiro decidió confiar en su entrenador de porteros, Rivas, para defender el marco en Riazor. Este fue un gran desafío ya que el Deportivo es el líder del Grupo I de Primera Federación y llevaba una racha de cinco victorias consecutivas. El conjunto de Carballiño, debutante en la categoría de bronce, parecía una víctima propicia, pero logró arañar un empate con Rivas como figura estelar.
Rivas tuvo una actuación destacada con los guantes y fue decisivo para que el Arenteiro se marchara de Riazor con un punto. En el minuto 93, Rivas se plantó en el área y tras el saque de esquina, conectó su pie con la pelota, que acabó muerta y finalmente fue empujada por Manuel Romay, un exdeportivista, al fondo de la red.
«Bendito partido y bendita experiencia. El fútbol es muy caprichoso y tiene estas cosas. El destino me tenía guardado este partido para mí, creo que me lo merecía», declaraba Rivas tras el encuentro. El exguardameta coruñés, que colgó los guantes el verano pasado tras conseguir el ascenso a Segunda división con el Racing de Ferrol, ha militado en otros conjuntos como el CD Lugo, Elche, Eibar, Tenerife, Guijuelo y Albacete o el Auckland City de Nueva Zelanda.
