El Ascenso y la Caída de Ansu Fati en el Barça
Hace menos de tres años, en la efervescencia de su juventud, un sonriente Ansu Fati se colocó con orgullo la camiseta del Barça, flanqueado por Laporta, Yuste, y Alemany, la cúpula del club en aquel entonces. Sin embargo, no era una camiseta ordinaria, era la número 10, el número de Messi.
El barcelonismo aún estaba en shock tras la inesperada partida del argentino, y el Barça apostaba su futuro a Fati, un chico eléctricamente joven con estrella y mucho gol. Un chico que, con su juventud y talento, parecía estar destinado a las alturas del fútbol mundial.
El Cambio de Fortuna de Ansu Fati
Esta semana, casi en secreto, Fati visitó la ciudad deportiva después de su cesión al Brighton inglés. Allí, el club comunicó a Ansu Fati que no contaba con él, que buscara equipo o aceptara la oferta que llegará, tal como adelantó José Álvarez en el Chiringuito.
Debe ser duro asumir que todas las esperanzas de triunfar en el club de tu vida se difuminan. Que ya no formarás parte de un proyecto que a estas alturas debías liderar con mano de hierro. Su contrato es hasta 2027. No hace mucho tiempo, se le comparaba con Vinícius (Fati tenía más gol) y se le consideraba el heredero de Leo Messi.
Las Lesiones y Expectativas de Ansu Fati
Pero las lesiones han lastrado a Fati. Se han cebado con un chico destinado a lo más alto. Además, las expectativas generadas no han ayudado, sin duda. Estas suponen un peso extra cuando las cosas no salen como se esperaba.
El tiempo, sin embargo, es su mejor aliado. Fati solo tiene 21 años. Aún puede recuperar el tiempo perdido. El talento sigue ahí y solo necesita que le dejen jugar al fútbol. Ojalá llegue su momento.
El Caso de Lamine Yamal
Cuando el Barça renovó a Ansu Fati a bombo y platillo, el club estaba necesitado de ídolos y se agarró a este muchacho con la presión que eso supone para quien simplemente quiere divertirse jugando al fútbol. Ojalá no se repita con Lamine Yamal.
Con solo 16 años, Yamal hace las portadas principales, es internacional con España y es el futbolista que levanta el ánimo de los culés. Por suerte, Yamal tiene la cabeza bien amueblada y cuenta con un padre que le protege, le cuida, le aconseja y mantiene a Lamine con los dos pies bien pegados al suelo.
La Madurez de Lamine Yamal
Su madurez asusta. Y esa es una gran noticia. Junto a su inmenso talento, puede convertirse en la gran estrella del Barça y del fútbol español en los próximos años. Pero, insisto, disfrutemos de su fútbol como lo hace él, sin meterle una presión añadida que no le corresponde a un chico de su edad. La presión, para los veteranos, que son quienes tienen que dar la cara de una vez por todas.