Dani Alves, a la salida de su almuerzo en el Mr. Porter, en el Hotel Sir Victor.

Dani Alves, el exfutbolista del Barça, se encontraba recientemente en los bajos del Hotel Sir Víctor de Barcelona, disfrutando de un almuerzo con su amigo Bruno Brasil en el restaurante Mr. Porter. Vestido con una camiseta blanca de manga corta y un pantalón de chándal ancho, Alves parecía haber perdido peso. Aunque estaba en una situación de libertad condicional y tenía que presentarse ante la sección 21 de la Audiencia de Barcelona como parte de sus obligaciones, se mostraba relajado y disfrutaba de su comida.

La cita con el juez es parte de su rutina semanal, después de ser acusado de violar a una joven en los lavabos de un reservado del club nocturno Sutton. A pesar de la naturaleza grave de sus cargos, Alves explicó: «Es lo que me toca. Cada viernes ir al juzgado y ya está. Tampoco tengo mucho más que hacer». Durante la comida, Alves estuvo constantemente consultando su móvil y charlando con Brasil.

Para el almuerzo, optaron por una variedad de platos del menú del asador de moda. Entre los platos pedidos se encontraban puerro asado, pimientos picantes, osobuco de cordero asado a fuego lento, 100 gramos de carne de ‘wagyu’ muy hecha, polenta trufada de maíz para acompañar las carnes y un sorbete ‘thai’ a base de coco, mango y ralladura de lima. Alves también disfrutó de un vino pinot noir, del cual hizo fotos para recordar la ocasión.

A pesar de evitar a la prensa desde su encarcelamiento, Alves ha concedido una exclusiva a una popular publicación de su país a cambio del millón de euros con el que ha pagado su fianza. En cuanto a su caso, Alves se negó a comentar nada ya que «todavía está judicializado».

Alves, que fue condenado a cuatro años y medio de cárcel, ya ha cumplido 14 meses en prisión provisional. Salió de Can Brians 2 el pasado 25 de marzo tras abonar la fianza de un millón de euros. Utilizando una metáfora futbolística, Alves describió su situación actual: «El partido que tengo que jugar está en los juzgados». Sin embargo, no tiene «ni idea» de cuánto puede durar este ‘partido’ hasta que se resuelvan todos los recursos presentados por las partes (defensa, acusación y fiscalía).

A pesar de su situación, Alves parecía estar adaptándose. Comentó sobre su tiempo en la cárcel diciendo: «Allá donde voy sobrevivo. Yo me adapto a todo porque para mí no es el lugar el que hace a la persona, sino la persona la que se hace al lugar». Ahora, afirma, se encuentra «tranquilo, bien».

Alves es conocido por ser un gurmet redomado. Entre sus restaurantes favoritos en Barcelona se encuentran Gresca y La Taverna del Clínic. Solía llevar a Neymar a probar las mejores mesas de Barcelona y ayudó a su chef personal, Joâo Alcântara, a montar el desaparecido Fogo. Como amante de la buena comida, Alves ya era un habitual del Mr. Porter antes de su encarcelamiento.

Después de pagar su cuenta de 223 euros, se puso su chaqueta negra y su gorra, se dirigió a la salida y volvió a casa. Hasta el próximo viernes, si cumple su promesa de presentarse ante el juez, Alves parece estar llevando su situación de la mejor manera posible.