Brindis en el centro de Bilbao para pedir «puertas abiertas» a los presos de ETA

En una jornada que ha llamado la atención de toda la sociedad vasca, cerca de mil personas se congregaron en las fiestas de la capital vizcaína para manifestarse en apoyo a los condenados por su actividad terrorista. La manifestación, que tuvo lugar en las calles de Bilbao, dejó ver cómo una parte significativa de la población sigue mostrando su simpatía y solidaridad hacia aquellos que han sido juzgados y condenados por actos de terrorismo.

Las fiestas de Bilbao, conocidas popularmente como la Aste Nagusia, son uno de los eventos más esperados y celebrados en el País Vasco. Sin embargo, este año, las festividades se han visto marcadas por la presencia de una multitud que, con pancartas y consignas, ha querido hacer visible su apoyo a los presos de ETA. La manifestación ha sido organizada por varios colectivos que defienden los derechos de los presos vascos, y ha contado con la participación de familiares, amigos y simpatizantes.

Manifestación en apoyo a los presos vascos

La manifestación comenzó en el Casco Viejo de Bilbao, donde los participantes se reunieron para iniciar su recorrido. El ambiente festivo de la Aste Nagusia se vio interrumpido por las voces que clamaban por la libertad de los presos y por un cambio en las políticas penitenciarias. «Libertad para los presos vascos» y «Derechos humanos para todos» eran algunas de las consignas más repetidas.

Entre los asistentes se encontraban figuras conocidas del ámbito político y social del País Vasco, quienes no dudaron en expresar su apoyo a la causa. La manifestación transcurrió de manera pacífica, aunque con una fuerte presencia policial que se encargó de garantizar el orden y la seguridad en todo momento.

Esta manifestación se enmarca en un contexto político y social complejo en el País Vasco. A pesar de los avances en el proceso de paz y la disolución oficial de ETA en 2018, persisten tensiones y diferencias en torno a la situación de los presos. Los organizadores de la manifestación han denunciado en repetidas ocasiones lo que consideran un trato injusto y discriminatorio hacia los presos vascos por parte del sistema judicial español.

La manifestación ha sido vista por muchos como un recordatorio de que el conflicto vasco no ha sido completamente resuelto. A pesar de los esfuerzos de reconciliación y las iniciativas de diálogo, la cuestión de los presos sigue siendo un tema sensible y divisivo. Los manifestantes han subrayado la necesidad de avanzar hacia una política penitenciaria más humana y justa, que tenga en cuenta los derechos y la dignidad de los presos y sus familias.

En este contexto, el papel de las instituciones vascas y españolas es crucial. Los manifestantes han hecho un llamamiento a las autoridades para que tomen medidas concretas en favor de los presos y para que pongan fin a lo que consideran una política de dispersión y castigo. La dispersión de los presos vascos en cárceles alejadas de su tierra natal es uno de los puntos más polémicos y ha sido objeto de numerosas críticas y protestas.

La manifestación también ha tenido eco en las redes sociales, donde numerosos usuarios han mostrado su apoyo a la causa y han compartido imágenes y vídeos del evento. El hashtag #LibertadPresosVascos se ha convertido en tendencia en Twitter, evidenciando el interés y la preocupación de una parte de la sociedad por la situación de los presos.

Es importante destacar que la manifestación se ha desarrollado en el marco de la Aste Nagusia, una semana de celebraciones que atrae a miles de personas a Bilbao. Las fiestas, que combinan tradición y modernidad, son un reflejo del carácter abierto y acogedor de la ciudad. Sin embargo, la presencia de la manifestación ha puesto de manifiesto las tensiones y desafíos que aún persisten en la sociedad vasca.

En definitiva, la manifestación en apoyo a los presos vascos ha sido un evento significativo que ha captado la atención de propios y extraños. Ha sido una muestra de la persistencia de ciertos ideales y reivindicaciones en una parte de la población vasca, y ha puesto de relieve la necesidad de seguir trabajando por una paz duradera y una convivencia basada en el respeto y la justicia.

Los organizadores de la manifestación han anunciado que seguirán luchando por los derechos de los presos vascos y que continuarán organizando eventos y actividades para visibilizar su causa. Han subrayado la importancia de mantener viva la memoria y de no olvidar a aquellos que, según ellos, han sido injustamente condenados y que merecen una segunda oportunidad.

La manifestación ha concluido en la Plaza del Ayuntamiento, donde los participantes han guardado un minuto de silencio en honor a los presos. Ha sido un momento emotivo y simbólico que ha dejado claro que, a pesar de los avances y cambios, la cuestión de los presos sigue siendo una herida abierta en el corazón del País Vasco.

En resumen, la manifestación en las fiestas de la capital vizcaína ha sido un recordatorio de las tensiones y desafíos que aún persisten en la sociedad vasca. Ha sido una muestra de solidaridad y apoyo hacia los presos vascos, y un llamado a las autoridades para que tomen medidas en favor de una política penitenciaria más humana y justa.

Por Daniel