El Puerto de Barcelona ha dado un nuevo paso hacia la movilidad sostenible. A partir de este jueves, la ciudad contará con un nuevo medio de transporte público: el bus náutico, un servicio de barcos eléctricos que promete conectar dos puntos estratégicos de la costa barcelonesa: el muelle de Drassanes, junto a la emblemática estatua de Colón, y el muelle de Llevant, contiguo al lujoso Hotel W.
Este innovador servicio de transporte marítimo ha sido inaugurado oficialmente este miércoles, en un evento que ha contado con la presencia de figuras de peso de la ciudad. El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, el presidente del Puerto de Barcelona, Lluís Salvadó, el director del Port Vell, David Pino, y el consejero delegado de Alsa, Francisco Iglesias, han sido los encargados de dar el pistoletazo de salida a esta nueva propuesta de movilidad.
El servicio funcionará con una frecuencia de entre 15 y 30 minutos y estará operativo un mínimo de 12 horas al día. El coste por trayecto será de 1,9 euros, aunque la oferta de billetes se amplía para adaptarse a las necesidades de cada usuario. Los viajeros podrán adquirir un billete de ida y vuelta, abonos de 10 viajes, billetes de 2 a 30 días y, además, habrá descuentos para niños, jóvenes y personas mayores.
Alsa, a los mandos del bus náutico de Barcelona
El operador del servicio es Alsa, empresa que ganó el concurso en febrero. La flota está compuesta por dos barcos eléctricos: el Ecocat dos, con una capacidad de 56 viajeros, y el Ecocat tres, de dos plantas y con una capacidad de hasta 84 pasajeros.
El Ecocat tres, el más grande de los dos, tiene una eslora de 14,70 metros y el Ecocat dos, el más pequeño, mide 11,90 metros. Ambos están equipados con placas fotovoltaicas en el techo, las cuales generarán un 40 por ciento del consumo energético de los catamaranes.
Los barcos emplearán energía solar y conexión eléctrica. En el muelle de Llevant, podrán enchufarse a la electricidad, lo que les proporcionará una autonomía de 8 horas de servicio ininterrumpido. Cada trayecto tendrá una duración aproximada de 10 minutos.
En palabras del alcalde Collboni, este proyecto está vinculado a la transformación del distrito de Ciutat Vella. Según su visión, el bus náutico es una extensión de las obras de La Rambla y Via Laietana. Además, la puesta en marcha del servicio se ha acelerado gracias a la Copa América de Vela y beneficiará a los vecinos del barrio de La Barceloneta, que verán disminuido el tráfico en sus calles.
Por su parte, el presidente del Puerto de Barcelona, Lluís Salvadó, ha destacado que el público potencial de este servicio son los trabajadores de la zona y los visitantes de las infraestructuras. Ha alabado el trabajo realizado por Alsa para preparar el servicio en tan solo cuatro meses, algo que considera «no es en absoluto sencillo».
David Pino, director del Port Vell, ha afirmado que este proyecto, que se empezó a plantear hace 15 años, es «una pieza más del puzzle de este Port Vell de la Copa América». Según Pino, el servicio permitirá dar a conocer un espacio nuevo y cada vez más náutico, y ha defendido la tarifa: «El precio ayudará mucho, un precio más económico que el autobús».
Finalmente, Francisco Iglesias, consejero delegado de Alsa, ha asegurado que «este concurso no le cuesta un duro a la Autoridad ni a la ciudadanía», y ha explicado que es una apuesta de la empresa para seguir creciendo en Catalunya y en Barcelona, donde tienen 500 trabajadores y unos 200 autobuses. Iglesias ha admitido que «los inicios van a ser difíciles, en los proyectos en los que entramos no miramos el corto plazo, sino el largo plazo», y ha considerado que la zona tiene mucho potencial para el futuro.