Panorámica del Barcelona Supercomputing Center (BSC-CNS).

El cambio climático y sus efectos en los océanos y mares del mundo es un tema de creciente preocupación. ¿Cómo cambiaría, por ejemplo, si la temperatura del Mediterráneo aumenta dos grados más en comparación con los valores actuales? Se sabe que esto podría resultar en un aumento de tormentas en las costas españolas, pero ¿cuánto aumentarían y qué áreas serían las más afectadas? También se espera que provoque la migración de algunas especies marinas y la reducción de muchas otras, pero ¿cuáles serán las más afectadas y cómo podemos protegerlas? ¿Y si la temperatura aumentara por más o menos de dos grados?

Para responder a estas complejas preguntas, un equipo de investigadores del Barcelona Supercomputing Center (BSC-CNS) está desarrollando una ‘copia digital’ de los océanos y mares del mundo. Este modelo permitirá estudiar todos los escenarios climáticos posibles y proponer soluciones para lidiar con los desafíos climáticos emergentes.

La creación de modelos de los océanos ha sido un área de interés para la comunidad científica durante décadas. En los años 90, por ejemplo, se desarrollaron modelos con una resolución de alrededor de 500 kilómetros. Ahora, gracias a la potencia de cálculo de los superordenadores como el de Barcelona, se han creado mapas con una resolución hasta de 10 kilómetros. Estos pueden medir, pronosticar y simular fenómenos de todo tipo que ocurren en las aguas del mundo.

Según Pablo Ortega, uno de los investigadores que lidera el proyecto del Centro Nacional de Supercomputación (BSC-CNS), el objetivo de estos modelos es entender qué está ocurriendo ahora mismo en los océanos y, sobre todo, poner a prueba diferentes hipótesis relacionadas con el avance del cambio climático. Uno de los principales objetivos de este proyecto es estudiar diferentes estrategias de adaptación, tanto a escala local como regional, para hacer frente a diferentes fenómenos relacionados con el cambio climático.

Uno de los primeros proyectos que está utilizando la ‘copia digital’ del océano creada en Barcelona se centra en el estudio de las áreas marinas protegidas y de las especies que se refugian en estas zonas. Gracias a las simulaciones creadas en el superordenador barcelonés, los científicos están estudiando cómo estas áreas pueden responder ante, por ejemplo, diferentes escenarios de aumento de la temperatura de las aguas. Y cómo esto, eventualmente, podría afectar a los animales que viven en ellas, provocar el desplazamiento de algunas y la extinción de otras.

Estos modelos son esenciales tanto para la comunidad científica como para los gestores públicos, las entidades gubernamentales o incluso las empresas que necesitan datos fiables para tomar decisiones que permitan mitigar el alcance del cambio climático y proponer soluciones lo más eficaces posibles frente a sus impactos.

Este proyecto se está desarrollando dentro de la iniciativa ‘Destination Earth’, que busca crear una ‘réplica virtual’ de la Tierra. El proyecto, dotado de 150 millones de euros de presupuesto e impulsado por la Comisión Europea, está siendo liderado por instituciones pioneras como el Barcelona Supercomputing Center. Necesitamos tener cuanta más información posible para hacer frente a todos los retos que nos plantea la crisis climática, comenta Francisco Doblas-Reyes, uno de los científicos detrás de esta iniciativa.