El lunes pasado en el aeropuerto César Manrique en Lanzarote, un incidente inusual tuvo lugar cuando una turista se volvió violenta contra varios agentes de la Guardia Civil, incluso mordiendo a uno de ellos. Este no es el tipo de escenario que uno esperaría encontrar en un aeropuerto, pero estos episodios surrealistas siguen ocurriendo sin cesar en aeropuertos de todo el mundo.
Según el diario ‘La Voz de Lanzarote’, el incidente comenzó a las 21.43 horas de la noche, cuando los pasajeros empezaron a embarcar en el vuelo de British Airways con destino a Londres. Dos mujeres, que parecían estar embriagadas, comenzaron a causar problemas dentro del avión, mostrando una «actitud desafiante y agresiva».
Intervención de la Guardia Civil
Al presenciar la situación, el comandante del vuelo llamó a la Guardia Civil para que interviniera y evitara que la situación se saliera de control. A su llegada, los agentes identificaron a las dos pasajeras problemáticas y les pidieron que abandonaran el avión. Sin embargo, una de ellas se negó a seguir las indicaciones de los agentes, alegando que había pagado su boleto y que no se iba a ir «voluntariamente».
Ante la negativa de estas pasajeras, los agentes decidieron pedir a las diez primeras filas del avión que desembarcaran. Las mujeres estaban sentadas en la novena fila y cuando llegó su turno para salir, comenzaron a bajar del avión de manera agresiva. Utilizando el caos como distracción, una de ellas supuestamente mordió a uno de los agentes en el antebrazo derecho.
A partir de este punto, se desató un forcejeo entre las pasajeras y los agentes de la Guardia Civil. Durante este altercado, se produjeron todo tipo de «arañazos, patadas y empujones». Finalmente, la pasajera que mordió al agente fue detenida.
Este incidente en el aeropuerto César Manrique en Lanzarote es un recordatorio de los desafíos a los que se enfrentan a diario los profesionales de la seguridad en los aeropuertos. Además, subraya la importancia de mantener la calma y comportarse de manera respetuosa durante los procesos de embarque y desembarque, especialmente en un entorno tan estrecho y concurrido como un avión.
La seguridad en los aeropuertos es una cuestión de suma importancia y todos los pasajeros deben colaborar para que los procesos de embarque y desembarque se realicen de la manera más tranquila y segura posible. Incidentes como este no solo afectan a las personas directamente involucradas, sino que también pueden causar retrasos significativos y alterar los planes de viaje de cientos de personas.
Esperamos que este incidente sirva como un recordatorio para todos los pasajeros de la importancia de respetar a los profesionales de seguridad y seguir sus indicaciones en todo momento. La cooperación y el respeto mutuo son fundamentales para garantizar una experiencia de viaje segura y agradable para todos.