Con la llegada del estío y el estrés que a menudo caracteriza la vida en las urbes, es común que nuestros cuerpos se resientan. En tales circunstancias, una de las mejores soluciones es organizar una escapada a alguno de los maravillosos destinos que ofrece la geografía de nuestro país. Y, ¿qué podría ser más relajante que una escapada a un balneario natural?
Ubicado en el corazón de la Terra Alta, en Tarragona, encontramos el balneario de Fontcalda. Este paraíso de acceso gratuito se halla enclavado entre las sierras de la Mola y el Crestall. Es famoso por sus aguas termales, que alcanzan una temperatura de 28°C, formando idílicas piscinas naturales a lo largo del río.
El balneario de Fontcalda es especialmente valorado por las propiedades terapéuticas de sus aguas termales. Ricas en minerales, han sido apreciadas desde tiempos antiguos. Visitantes de todas partes han acudido durante siglos a Fontcalda en busca de alivio para afecciones de la piel y otras dolencias, gracias a los beneficios curativos que ofrecen estas aguas.
Un entorno natural impresionante
El entorno natural que rodea al balneario es igualmente impresionante. El río Canaletes se estrecha a su paso por el Santuario de la Fontcalda, formando un barranco rodeado de altas paredes de piedra que conforman un paisaje espectacular. A lo largo de su recorrido, el río da lugar a diversas pozas y piscinas naturales, ideales para refrescarse en los calurosos días de verano.
Además de las aguas termales, el balneario cuenta con el Santuario de la Fontcalda, un templo neoclásico del siglo XVI. Este santuario es el centro de una leyenda local: se dice que un pastor del cercano pueblo de Prat de Compte encontró una imagen de la Virgen María junto al río. Aunque intentó llevarla a su pueblo, la imagen siempre regresaba a su lugar original. En respuesta, la comunidad construyó una capilla en ese sitio, que se ha mantenido a pesar de los daños sufridos durante la Guerra Civil. Hoy, sigue siendo un lugar de peregrinación, especialmente el primer domingo de mayo.
Mucho más que un balneario
Los alrededores de La Fontcalda son reconocidos por sus notables valores geológicos y geomorfológicos, formados durante los periodos de orogenia alpina. Este sitio está incluido en el Inventario de Geotopos y geozonas de Cataluña, específicamente dentro de la Geozona de Prat de Compte-Fontcalda. La riqueza geológica del área lo convierte en un lugar de interés para estudios científicos y observación natural.
Además, La Fontcalda es un punto de parada obligatorio para los entusiastas del cicloturismo debido a su proximidad con la Vía Verde de la Terra Alta. Este recorrido sigue la antigua vía de tren del Valle de Zafán, que conectaba Tortosa en Tarragona con la Puebla de Híjar en Aragón. La ruta ofrece paisajes espectaculares y es ideal para aquellos que disfrutan de la naturaleza y el ejercicio al aire libre.
¿Cómo llegar al balneario de Fontcalda?
Llegar al balneario de La Fontcalda es sencillo. Desde Gandesa (Tarragona), se tarda aproximadamente 24 minutos en coche recorriendo 11,8 km. Se debe partir hacia el nordeste de Gandesa desde la calle de Santa María en dirección a la Plaza de la Iglesia. Continuando por la Calle Miravet, se gira a la derecha hacia la Avenida Franquet y se sigue por la C-43 durante 2,6 km. Finalmente, se debe girar a la derecha, y el destino se encontrará enseguida a la izquierda.
Un viaje a la Fontcalda es mucho más que una simple escapada a un balneario. Es una oportunidad para disfrutar de la riqueza geológica y natural de la zona, sumergirse en aguas termales con propiedades curativas, y descubrir la historia y las leyendas locales que envuelven al Santuario de la Fontcalda. Además, es un destino ideal para los amantes del cicloturismo y la observación de la naturaleza. En resumen, la Fontcalda ofrece una experiencia única e inolvidable para todos sus visitantes.