Rosa María Carabel (Eroski), Marta Álvarez (El Corte Inglés), Marta Ortega (Inditex), Leire Mugerza (Eroski) y Elodie Perthuisot (Carrefour), las cinco mujeres con más poder en el sector del gran consumo.

El Comercio y el Desafío de la Inclusión de Género: Un Análisis Detallado

En el diverso mundo del comercio, las mujeres desempeñan roles fundamentales en todos los niveles. Sin embargo, a pesar de su presencia dominante en el sector, las mujeres son más numerosas que los hombres, su representación en los roles de liderazgo de alto nivel es desproporcionadamente baja. De las 15 empresas más influyentes del sector, solo 4 tienen mujeres en puestos de alta dirección. Este desequilibrio en la representación de género en los cargos de liderazgo es un problema estructural que requiere de un análisis minucioso.

Para comprender mejor la situación, contamos con los conocimientos y aportaciones de dos expertas en la materia: Paula Clemente, reconocida periodista de El Periódico, y Pepa Burriel Rodríguez-Diosdado, respetada profesora de derecho del trabajo y de la seguridad social de la Universidad de Barcelona.

Paula Clemente, con su agudo ojo periodístico, ha seguido de cerca la evolución de las mujeres en el sector del comercio. A través de su trabajo, ha observado persistente desigualdad de género en la distribución de roles de liderazgo en las empresas más poderosas del sector.

Por otro lado, Pepa Burriel Rodríguez-Diosdado aporta una perspectiva legal y académica a este análisis. Como profesora de derecho laboral y seguridad social, ha estudiado detenidamente las estructuras que perpetúan la desigualdad de género en el lugar de trabajo.

Desafiando los Obstáculos Estructurales

El problema de la subrepresentación de las mujeres en los roles de liderazgo en el comercio es multifacético y complicado. Se necesita un enfoque integral para desafiar y superar los obstáculos estructurales que impiden a las mujeres ascender a puestos de alta dirección.

Es importante destacar que este análisis no se limita a las cifras de representación. También se debe considerar la calidad de los roles de liderazgo ocupados por las mujeres. ¿Las mujeres en puestos de liderazgo tienen la misma autoridad y autonomía que sus contrapartes masculinas? ¿Se les da la misma consideración y respeto? Estas son preguntas críticas que deben ser abordadas.

Además, se debe tener en cuenta la representación de las mujeres en todos los niveles del comercio, no solo en la cima. Aunque las mujeres pueden ser numerosas en el sector, su representación disminuye a medida que ascendemos en la jerarquía.

Un aspecto particularmente preocupante es la falta de políticas de trabajo flexibles y apoyo para las mujeres que buscan equilibrar las responsabilidades laborales y familiares. Los roles de liderazgo a menudo requieren tiempo y compromiso significativos, y sin el apoyo adecuado, las mujeres pueden verse obligadas a elegir entre su carrera y su vida personal.

La falta de modelos a seguir también puede ser un obstáculo. Las mujeres jóvenes que ingresan al sector pueden luchar por ver un camino hacia la cima si no ven a otras mujeres en esos roles.

Para abordar estos desafíos, es esencial que las empresas del sector del comercio adopten políticas de igualdad de género y promuevan una cultura inclusiva. Deben fomentar el desarrollo de las mujeres dentro de sus organizaciones y garantizar que tengan las mismas oportunidades para ascender a roles de liderazgo.

Además, las políticas gubernamentales y las regulaciones laborales pueden desempeñar un papel importante en la promoción de la igualdad de género en el comercio. Los gobiernos pueden promulgar leyes que promuevan la igualdad de oportunidades y la no discriminación, y garantizar que se implementen y se hagan cumplir.

En última instancia, el objetivo debe ser crear un sector del comercio en el que las mujeres no solo sean numerosas, sino que también sean reconocidas y valoradas por su contribución, y tengan las mismas oportunidades para ocupar roles de liderazgo. Esto no solo es justo, sino que también es beneficioso para las empresas y para la economía en su conjunto. Las empresas que son diversas e inclusivas tienden a ser más innovadoras, resistentes y exitosas. Y una economía que aprovecha al máximo el potencial de todas sus ciudadanas es una economía más fuerte y vibrante.

Por Daniel