Según ha detallado la entidad a través de un comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el programa se extenderá hasta el 3 de enero de 2025.
No obstante, el banco se reserva el derecho a finalizar el programa de recompra si, con anterioridad a su fecha límite de vigencia, alcanzara el importe monetario máximo o si concurriera alguna otra circunstancia que así lo aconsejara.
Santander tiene intención de ejecutar el programa de modo que el precio medio máximo al que se adquieran acciones no exceda del importe que se corresponda con los recursos propios tangibles por acción a cierre del último trimestre publicado en cada momento. A 30 de junio de 2024, es 4,94 euros.
Además, el número máximo de acciones a adquirir dependerá del precio medio al que tengan lugar las compras, pero no excederá de 1.481.224.550 acciones. Asumiendo que el precio medio de compra de acciones en ejecución del programa fuese de 4,6 euros, el número máximo de acciones que se adquirirían sería de 331.521.739, es decir, alrededor del 2,14% del capital social del banco.
Las acciones se comprarán a precio de mercado, sujeto a dos restricciones. En primer lugar, el banco no podrá adquirir acciones a un precio superior al más elevado de los siguientes: el precio de la última operación independiente, o la oferta independiente más alta de ese momento en el centro de negociación donde se efectúe la compra.
En segundo lugar, la entidad no podrá comprar en cualquier día de negociación más del 25% del volumen diario medio de las acciones del banco en el centro de negociación donde se efectúe la compra. El volumen medio diario tendrá como base el volumen medio diario negociado en los 20 días hábiles anteriores a la fecha de cada compra.
Según ha explicado Santander, el propósito del programa de recompra es reducir el capital social del banco mediante la amortización de las acciones adquiridas en el programa, en ejecución de la reducción de capital aprobada por la Junta General Ordinaria de Accionistas de 2024.
El Banco Santander ha anunciado un ambicioso programa de recompra de acciones, que se extenderá hasta el 3 de enero de 2025, según se detalla en un comunicado enviado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Este programa tiene como objetivo reducir el capital social del banco mediante la amortización de las acciones adquiridas, en línea con la decisión aprobada por la Junta General Ordinaria de Accionistas de 2024. Sin embargo, el banco se reserva el derecho a finalizar el programa antes de esa fecha si se alcanzara el importe monetario máximo o si alguna otra circunstancia lo aconsejara.
El programa de recompra se llevará a cabo bajo ciertas condiciones. En primer lugar, el precio medio máximo al que se adquirirán las acciones no deberá exceder del importe correspondiente a los recursos propios tangibles por acción a cierre del último trimestre publicado en cada momento. A 30 de junio de 2024, este valor es de 4,94 euros. El número máximo de acciones a adquirir dependerá del precio medio al que se realicen las compras, pero no excederá de 1.481.224.550 acciones. Suponiendo que el precio medio de compra fuese de 4,6 euros, el número máximo de acciones que se comprarían sería de 331.521.739, lo que representa aproximadamente el 2,14% del capital social del banco.
Restricciones del Programa de Recompra
Las acciones se comprarán a precio de mercado, sujeto a dos restricciones fundamentales. Primero, el banco no podrá adquirir acciones a un precio superior al más elevado de los siguientes: el precio de la última operación independiente, o la oferta independiente más alta de ese momento en el centro de negociación donde se efectúe la compra. Segundo, Santander no podrá comprar en cualquier día de negociación más del 25% del volumen diario medio de las acciones del banco en el centro de negociación donde se haga la compra. Este volumen medio diario se basará en el volumen medio diario negociado en los 20 días hábiles anteriores a la fecha de cada compra.
La estrategia de recompra de acciones del Banco Santander es una práctica común entre las grandes corporaciones para gestionar el capital y mejorar el valor para los accionistas. Al reducir el número de acciones en circulación, se incrementa el valor residual de las acciones restantes, lo cual puede llevar a un aumento del precio de las mismas. Este tipo de programas también puede ser utilizado por las empresas para devolver dinero a los accionistas de una manera más eficiente desde el punto de vista fiscal, en comparación con el pago de dividendos.
En términos de impacto financiero, este programa de recompra podría influir en varios aspectos del balance del Banco Santander. Al dedicar una cantidad significativa de recursos a la recompra de acciones, el banco está señalando al mercado su confianza en la valoración de sus propias acciones. Esto puede ser interpretado por los inversores como una señal positiva, lo que podría generar un movimiento alcista en el precio de las acciones.
Por otro lado, es importante considerar los riesgos asociados con este tipo de programas. En un mercado volátil, el precio de las acciones puede fluctuar considerablemente, lo que podría afectar la capacidad de la entidad para ejecutar el programa dentro de los parámetros establecidos. Además, la asignación de recursos a la recompra de acciones podría limitar la capacidad del banco para invertir en otras oportunidades de crecimiento o para fortalecer su balance en un entorno económico incierto.
El Banco Santander ha sido claro en cuanto a su intención de ejecutar el programa de recompra de manera disciplinada, asegurándose de que el precio medio máximo no exceda los recursos propios tangibles por acción. Sin embargo, la entidad también ha dejado la puerta abierta para ajustar o finalizar el programa si las condiciones del mercado cambian o si se alcanzan los límites financieros antes de la fecha límite.
El propósito de este programa de recompra es, en última instancia, reducir el capital social del banco, lo que podría tener varias implicaciones para los accionistas y el mercado en general. La reducción del número de acciones en circulación puede resultar en un aumento del beneficio por acción (BPA), lo que a su vez podría hacer que las acciones del banco sean más atractivas para los inversores. Además, al amortizar las acciones adquiridas, el banco está efectivamente devolviendo capital a los accionistas, lo que puede ser visto como una señal de solidez financiera y confianza en el futuro de la entidad.
En el contexto de un mercado financiero global cada vez más competitivo y desafiante, la decisión del Banco Santander de implementar este programa de recompra de acciones refleja una estrategia proactiva para gestionar su capital y mejorar el valor para sus accionistas. A medida que el banco avanza con este programa, será crucial monitorear cómo se desarrollan las compras de acciones y cómo responden los mercados a esta iniciativa.
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¿Cómo crees que afectará este programa de recompra de acciones a la valoración a largo plazo del Banco Santander y a la percepción de los inversores?