Ryanair, la aerolínea de bajo costo, encabezó la lista de las aerolíneas que más CO2 emitieron en sus vuelos hacia o desde Europa por tercer año consecutivo en 2023, según los datos de la última investigación hecha pública por la entidad Transport & Environment (T&E). Sorprendentemente, las emisiones de esta aerolínea superaron en un 23% los niveles récord que ya alcanzó en 2019, justo antes de la pandemia de la Covid-19.
El estudio de T&E, una organización especializada en las emisiones generadas por el transporte terrestre, aéreo y marítimo en Europa, arrojó que las aerolíneas low-cost están contaminando más que nunca debido a la falta de incentivos para descarbonizar el sector y las pocas penalizaciones por contaminar. Según la entidad, Ryanair emitió el año pasado 15 millones de toneladas de CO2, el equivalente a las emisiones anuales de 7 millones de coches de gasolina.
Detrás de Ryanair, Lufthansa y British Airways ocuparon el segundo y tercer lugar por emisiones, con 9,5 y 8,7 millones de toneladas de CO2 emitidas respectivamente. Sin embargo, estas aerolíneas lograron mantenerse por debajo de los niveles de emisiones precovid, reduciéndolos en un 26,7% y 18,7% respectivamente.
Por otro lado, la aerolínea low cost Wizz Air (octava posición) fue la que más elevó sus emisiones con respecto a las cifras récord prepandemia, con un aumento del 39,7 %, hasta 4,5 millones de toneladas. Dentro del «top 10», United Airlines también superó los niveles previos a la Covid-19, con un incremento del 20,8% respecto a 2019.
Air France ocupó el cuarto puesto, con 8,2 millones de toneladas (-14,5% respecto a 2019), y la española Iberia la novena posición, con 3,6 millones de toneladas emitidas, el 8,4% menos que en 2019.
La aerolínea EasyJet, muy popular entre los viajeros de bajo coste, se situó en la quinta posición, con 6,9 millones de toneladas emitidas (-13,4%). Le siguieron KLM, con 5,4 millones de toneladas de CO2 (-18,4 %) y Emirates, con 5,3 millones de toneladas (-10,4%).
Sin embargo, uno de los hallazgos más alarmantes del estudio es que gran parte de las emisiones de CO2 de la aviación no se tarificaron. Según T&E, hasta el 78% de las emisiones de CO2 de la aviación no se tarificaron el año pasado, debido a que no entraban en el ámbito de los mercados de carbono o se ceden gratuitamente a las compañías aéreas.
Por ejemplo, Air France y Lufthansa «pagaron tan sólo el 7% y el 16% de sus emisiones el año pasado», debido al limitado alcance de los mercados europeos de carbono y a los derechos gratuitos concedidos a las aerolíneas.
En 2023, uno de cada cuatro vuelos en Europa fue operado por una de las grandes low cost: EasyJet, Ryanair, Wizz Air, lo que demuestra que estas aerolíneas están aumentando su cuota de mercado en Europa. Por su parte, las aerolíneas tradicionales, como Air France, Lufthansa, KLM y British Airways, han perdido 2,8 puntos porcentuales de cuota de mercado desde la Covid.
«El modelo de negocio de bajo coste está impulsando un crecimiento insostenible del sector. Nos hicieron pensar que el sector se reestructuraría a mejor tras la covid, pero con este aumento exorbitante de la contaminación por parte de las ‘low cost’, la aviación verde nunca verá la luz», ha advertido el director de aviación de T&E, Jo Dardenne.
Para finalizar, es importante mencionar que volar es «demasiado barato», tanto en low cost como en firmas tradicionales y, más de diez años después de la creación de los mercados de CO2, el sistema no está logrando incentivar un abandono de los vuelos fósiles.
Estos datos reflejan la urgencia de reformar las políticas de aviación para reducir las emisiones de CO2 y combatir el cambio climático, un desafío que todas las aerolíneas, tanto de bajo coste como tradicionales, deben enfrentar para garantizar un futuro sostenible.